Coraline, de Neil Gaiman
Dedicado a Bego
Coraline es probablemente una de las obras más populares de Neil Gaiman (que es mucho decir, teniendo en cuenta que hablamos del autor de The Sandman o American Gods, ambas obras con su propia adaptación a televisión). Gaiman, además, ha participado en obras tan populares como Dr. Who o los cómics de John Constantine, un referente de la fantasía oscura y sobrenatural. Coraline es, al igual que muchos de los libros del autor inglés, una novela juvenil de fantasía oscura y terror con tintes poéticos que fue publicada en el año 2002. Uno de los aspectos más destacables de Coraline es su atmósfera: un equilibrio perfecto entre lo fantástico y lo inquietante y su prosa sencilla pero evocadora, con descripciones que estimulan la imaginación. Cuenta con una conocidísima adaptación cinematográfica, una película de animación stop motion que se estrenó en el 2009 con gran éxito y que cosechó un buen puñado de premios, además del reconocimiento de público y crítica, lo que en conjunto le ha llevado a ser considerada una película de culto. Como curiosidad, esta novela fue adaptada en un episodio de Los Simpsons, en concreto en el especial de Halloween de la temporada 29 (Treehouse of Horror XXVIII), donde Lisa Simpson encarna una versión algo diferente de Coraline.

La obra nos cuenta la historia de una niña, Coraline Jones, quien se traslada con sus padres a vivir a un viejo caserón que cuenta con otros inquilinos. Allí, la niña, inteligente, curiosa y muy aficionada a explorarlo todo, descubre que hay una puerta que al parecer no dar a ninguna parte, pero que en realidad resulta ser un portal a otro mundo, en el que encuentra a otros padres y un duplicado casi idéntico de su propia realidad. Sin embargo, en las grietas de ese casi se ocultan horrores inimaginables y siniestros secretos que Coraline tendrá que descubrir lo antes posible si quiere ser capaz de regresar a su casa, o de lo contrario quedará atrapada para siempre en lo que parecía un sueño, pero resulta ser más bien una pesadilla. Afortunadamente para ella, contará con la ayuda de un gato negro que parece ser capaz de moverse entre los dos mundos con una facilidad pasmosa, y que hace gala de una adorable arrogancia felina.
La novela, una historia claramente enfocada a un público juvenil, juega con distintos elementos que resultarán familiares a aquellos que ya hayan leído otros trabajos del autor de similar enfoque. Entre estos elementos tenemos que el protagonista es un niño, una historia con una fuerte carga sobrenatural (con fantasmas, monstruos, etcétera) y un escenario que alterna entre dos mundos diferentes: el mundano y el otro, uno mucho más extraño, maravilloso y terrorífico. La niña, como es habitual, debe enfrentarse a las amenazas de ese otro mundo, y para ello contará tan solo con algunos aliados que encuentra por el camino (como el gato) y con sus propias habilidades. El crecimiento personal y el valor de Coraline son dos pilares sobre los que se asienta la historia, y enseña, sobre todo a los más pequeños, que siempre hay que luchar para poder ser uno mismo. Es una lectura recomendada para quienes disfrutan de los mundos fantásticos con un toque de oscuridad y terror, y con alta profundidad emocional. Además, gracias a la habilidad de Gaiman para crear una sensación de angustia y peligro sin recurrir a la violencia ni a escenas excesivamente grotescas o terroríficas, es una novela perfecta para los lectores más jóvenes.
En resumen, Coraline es una obra cautivadora, con una heroína entrañable y con una historia que recuerda a los cuentos clásicos con moraleja, pero con un enfoque moderno y sombrío. Imprescindible.
JOAQUÍN SANJUÁN