Cultura: El origen de Papá Noel

24.12.2021
¿Has sido bueno?
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¡Ya llegó la Navidad, fechas de celebración, de turrones y regalos, de grandes cenas y reuniones familiares! ¡Fechas de locura para muchos, de desesperación para los más y de alegría para unos pocos! Si es que nos quejamos por todo, ¿eh?
En fin. Navidad. Y, con la Navidad, viene Papá Noel (o Santa Claus). Ese gordito y risueño anciano de barba blanca que se cuela en nuestros hogares para dejar montones de regalos para los niños. Sí, ya, en España somos un poco más de Reyes Magos, pero, en fin, es que también somos muy de que lo queremos todo y de que nos ponemos a mezclar cosas y hacemos un batiburrillo de órdago. Porque, aunque parezca lo contrario, Papá Noel y los Reyes Magos no tienen nada, pero nada que ver.
Sea como sea, yo a lo mío. Hoy, para celebrar, estas fiestas que tantos proclaman odiar, voy a hablaros un poquito del origen de Santa Claus. «Vale, eso está muy bien. ¿Pero qué narices tiene que ver ese señor de rojo contigo y con tu página web?», diréis. Si es que casi puedo oíros. Pues parece que no hay relación, pero la hay. Eso sí, tendréis que esperar hasta el final del texto para descubrir de qué estoy hablando. ¡Venga, a leer!

 ¿Qué sabemos de Papá Noél y de su origen? Sabemos que también se le conoce como San Nicolás, y eso es porque está relacionado con Nicolás de Bari, que fue un señor que vivió hace más de mil quinientos años, base cristiana de Papá Noel. ¡Pero resulta que el origen de esta figura navideña es más complejo de lo que parece! Y es que también proviene de la festividad de Yule, una festividad pagana de origen nórdico. (¡Uuuh! ¡Herejía! ¡Preparad las antorchas!). Yule era una celebración, muy extendida entre antiguas civilizaciones, que tenía como base el calendario agrícola y las estaciones del año. Lo que pasó fue que, cuando el cristianismo comenzó a extenderse por Europa, y en vista de que era imposible erradicar celebraciones paganas tan extendidas como lo era la de Yule, los cristianos, que no eran tontos, optaron por superponer sus propias festividades a las ya existentes, para así absorberlas y transformarlas en una fiesta cristiana. Y de este modo, como por arte de magia, Jesús nació (o "fue nacido" quizás sería más apropiado) en el solsticio de invierno, y Yule comenzó a transformarse en la Navidad Cristiana. No fue, por cierto, la única festividad que reciclaron los cristianos. Pero vamos, que si reciclaban mitos de mitologías más antiguas que el cristianismo (como de El Poema de Gilgamesh, obra que tiene el doble de años que el propio cristianismo y en la que ya aparece el mito del diluvio universal, y el rey Sargón I de Acad, de más de cuatro mil años de antigüedad en cuya historia podemos ver ciertos paralelismos con algunos elementos de la historia de Moisés), pues a ver por qué no iban a reciclar las festividades paganas.  

Papá Noel se pone chungo.
Papá Noel se pone chungo.
Papá Noel, por Thomas Nast
Papá Noel, por Thomas Nast

Pero volvamos con Yule. Esta festividad estaba relacionada con la cabalgata salvaje del dios Odín, quien partía a lomos de su caballo Sleipnir con motivo del solsticio de invierno, que, en aquel entonces, abarcaba en los calendarios desde el 25 de diciembre al 6 de enero. Período que, "casualmente", coincide con las navidades. Odín, o, como también era conocido, Grímnir. Se decía que el primer día de invierno sobrevolaba el cielo subido en su mágico corcel volador. Y, como los niños le dejaban comida en sus zapatos, Odín agradecía el gesto llenando estos de dulces. ¿Sabéis quién más era representado como un hombre de barba blanca que, en diciembre, surcaba los cielos montado a caballo? ¡San Nicolás! Y es que, si vas a copiar, copia bien. Que, como decía, los cristianos de entonces no eran tontos.  

El resto de la historia de Papá Noel data del siglo XIX, de una famosa ilustración de Thomas Nast, en la que por primera vez se da al personaje un aspecto que hoy nos resulta mucho más familiar. Luego, hace casi un siglo, llegó Coca-Cola y, con esa ilustración como base, convirtió al personaje en el alegre y rollizo hombre de rojo que todos conocemos hoy en día.

Y hasta aquí la historia de Papá Noel. Sí, podríamos entrar en innumerables detalles que darían más profundidad al origen del mito, pero eso ya os lo dejo a vosotros. Así, entre turrón y polvorón, podéis aprovechar para indagar un poco más en cómo Odín se convirtió en Papá Noel. 

 ¡FELICES NAVIDADES (O FELIZ YULE) A TODOS!

¿Que si te voy a dar un regalo? Una hostia te voy a dar, por graciosillo.
¿Que si te voy a dar un regalo? Una hostia te voy a dar, por graciosillo.