Magia, de lo fantástico a lo histórico (1)
Debo advertir, por si no ha quedado claro todavía, que el siguiente artículo trata la magia desde un enfoque histórico tanto en lo referente a su origen, causas y consecuencias como en lo que respecta a los motivos que llevaron a que se desarrollase de una forma u otra. Sin ánimo de entrar en disputas sobre creencias de unos u otros, tan solo se intenta establecer al respecto un enfoque objetivo, riguroso y, de nuevo, histórico. Así que cuidado con las susceptibilidades, que las carga el diablo.
¿QUÉ ES LA MAGIA? Históricamente, la magia siempre ha sido un instrumento, o quizás una creencia, que se ha utilizado para tratar de comprender el mundo sin necesidad de adentrarse en las complejidades de la ciencia ni tampoco en religiones o mitologías. Pese a eso, y curiosamente, también ha estado siempre fuertemente ligada a la religión, vínculo que, si bien ha sido más fuerte y evidente en unas épocas que en otras, siempre ha estado ahí. Además, se ha dado siempre una estrecha relación entre la magia y la escritura, especialmente en sociedades analfabetas y, por tanto, particularmente crédulas, cosa que ha sido la tónica dominante a lo largo de la mayor parte de la Historia. El conocimiento y la ciencia, a fin de cuentas, eran considerados magia por esa mayoría analfabeta que no era capaz de comprenderlos de otra forma.
Resulta particularmente llamativo que, a lo largo de las distintas épocas que ha vivido el ser humano, la magia y la ciencia han estado a menudo mezclados e incluso confundidos. Ya sucedía así en las sociedades más primitivas, en las que los chamanes adquirían conocimientos sobre hierbas, sobre las estaciones o sobre enfermedades, conocimientos que les impartía un chamán más anciano, y, como resultado, adquirían habilidades, tales como curar ciertos males mediante el uso de determinadas hierbas, que eran entendidas como magia por sus congéneres. Desde entonces han sido muchas las civilizaciones que han considerado igual magia y ciencia, entre las que encontramos sociedades tan avanzadas como la griega o la egipcia, tal y como veremos a continuación. Este fenómeno aún perdura en nuestros días, e incluso grandes científicos de la Historia confundían ciencia y magia. Newton, por ejemplo, era un apasionado ocultista que en un principio atribuyó la gravedad a la magia.
De este período es particularmente famoso El Libro de los Muertos, un compendio de hechizos del antiguo Egipto que tenía como objetivo servir de ayuda a los difuntos en su viaje al más allá. También resulta de sobra conocida la figura del rey Salomón, quien vivió hace unos tres mil años y de quien se cuenta que, magia mediante, era capaz tanto de dominar a los demonios como de obligarles a acatar su voluntad.
Hasta aquí la primera entrega. ¡Muy pronto nos adentraremos en los misterios de la magia durante la Edad Media!
JOAQUÍN SANJUÁN