Dungeons & Dragons: Guía de clases para nuevos jugadores
Hablar de Dungeons and Dragons es hablar de un clásico entre clásicos; de un juego de rol con casi cincuenta años a sus espaldas. Tanta es la fama de D&D que se ha convertido en el juego de rol más mediático y conocido incluso por aquellos que no juegan a rol, debido, entre otros, a su aparición en series de televisión como Big Bang Theory o Stranger Things, y a famosos actores, como Joe Manganiello, Kevin Smith, Vin Diesel o Jack Black, que se han confesado grandes apasionados de Dungeons and Dragons.
¿Que por qué os cuento todo eso, cuando habéis llegado hasta aquí buscando saber más sobre las distintas clases del juego? Pues para que sepáis que Dungeons and Dragons no es un juego de rol; es el juego de rol. ¡Bienvenidos a una gran familia! Y, ahora sí, vamos con lo que prometimos.
En Dungeons and Dragons existe una gran variedad de clases jugables, así como un aún mayor número de subclases, lo que en conjunto suma más de medio centenar de opciones a la hora de crear un personaje. Eso sin entrar en las multiclases, opción que permite, literalmente, realizar cualquier combo de clases que puedas imaginar. ¿Quieres un monje bárbaro para combinar ira homicida y artes marciales? ¡Cuenta con ello! ¿Te gustaría jugar un personaje clérigo y mago, maximizando así tus opciones de hechizos? ¡Lo tienes! ¿Adoras tanto la naturaleza que te gustaría jugar un explorador druida? ¡Nada te lo impide! ¿Eres un loco de las mezclas y quieres combinar todas las clases existentes? ¡Sí, eso también puedes hacerlo! (Otra cosa es que sea buena idea). Como podrás ver, en Dungeons and Dragons las posibilidades y las opciones a la hora de crear tu personaje son infinitas. Dicho esto, es bastante comprensible que un jugador novato sienta algo de vértigo a la hora de elegir clase. Yo recomendaría explorador, bárbaro o guerrero para aquellos que están empezando, ¡aunque esa es una valoración personal que no debe impedirte jugar con lo que más te apetezca! Para poner las cosas más fáciles, a continuación veremos una breve guía de las diferentes clases. ¡Así tú solo tendrás que preocuparte de elegir la que más te guste!
BÁRBARO. Si eres un gran fan de Conan el Bárbaro, esta clase es para ti. Estamos ante uno de los luchadores cuerpo a cuerpo más potentes y divertidos de usar, siempre que no perdamos la cabeza más de la cuenta con aquello de la ira homicida...
BARDO. El bardo es una clase que sabe hacer de todo, desde combatir hasta utilizar hechizos o armas de proyectiles, lo que lo hace muy versátil, pese a que su manejo conlleva algunas dificultades. Es, sin embargo, una de las clases con más potencial del juego.
BRUJO. Estamos ante una clase que permite combinar magia y combate, pero que cuenta con un trasfondo de mucho peso y que puede abrumar a un jugador novato, lo que la convierte en una de las clases más difíciles de usar en cuanto a roleo. Si deseas iniciarte con un brujo, te recomiendo que antes hables de ello con tu DM, para que pueda orientarte sobre la mejor forma de interpretar al personaje.
CLÉRIGO. El clérigo es capaz de utilizar conjuros (sobre todo de apoyo y curación, aunque también de daño), pero no se queda atrás a la hora de combatir (especialmente si lo haces enano). ¡Es, además, una clase perfecta para hacer amigos! Y es que todo el mundo quiere a los clérigos, porque, con uno cerca, la supervivencia de los demás jugadores aumenta enormemente.
DRUIDA. ¡No hay que pensar en los druidas como una especie de clérigos de los bosques! Como druida serás una fuerza de la naturaleza capaz de utilizar conjuros, pero también tendrás muchas más opciones, todas ellas ligadas con la naturaleza. ¡Y pueden convertirse en animales!
EXPLORADOR.
Si
quieres un cazador que rastree territorios salvajes en busca de sus
víctimas, o bien un vigilante con grandes habilidades en combate y
en disparo, y además quieres tener una bestia animal como compañero,
¡te encantará el explorador!
GUERRERO. Todos sabemos lo que es un guerrero, y cómo se rolea un guerrero, ¿verdad? ¡De lo que no siempre somos conscientes es del enorme abanico de personalización que nos ofrece esta clase! Un enorme bruto de pesada armadura y colosal arma, es un guerrero. Un hábil espadachín de armadura ligera, es un guerrero. Un ballestero de la guardia de la ciudad, ¡también es un guerrero! Y tú, ¿qué tipo de guerrero quieres jugar? ¡El límite es tu imaginación!
HECHICERO. Un hechicero es un maestro de lo arcano que ha obtenido sus poderes de forma natural, sin necesidad de estudiar. La Bruja Escarlata de Marvel sería un buen ejemplo de esto. Si bien puede resultar algo más confuso de usar que el mago, también puede dar pie a situaciones muy divertidas. ¡Sobre todo si utilizas magia salvaje!
MAGO. A diferencia del hechicero, un mago ha realizado un gran esfuerzo para dominar la magia, y aún sigue estudiando largas horas al día para mejorar sus habilidades. El Doctor Extraño sería un ejemplo del mago de Dungeons and Dragons. Sin embargo, tanto el mago como el hechicero son clases no recomendadas para jugadores novatos, pues puede resultar abrumador lidiar con un listado de conjuros que, como novato, no tendrás muy claro cuándo ni cómo usar. Pero, si tu deseo es jugar un lanzador de conjuros, ¡que nada te detenga!
MONJE. Artes marciales y habilidades absurdamente espectaculares, como atrapar una flecha al vuelo y lanzarla de vuelta al tirador, son las cosas que definen al monje. Puede ser una clase muy divertida de jugar, pese a que algunas de sus mecánicas quizás resulten algo confusas al principio. Pero cuando puedes acabar con tus enemigos a base de patadas voladoras y técnicas de artes marciales, ¿a quién le importa?
PALADÍN. El paladín es una clase muy potente en combate cuerpo a cuerpo y que también tiene cierta cantidad de conjuros, así como habilidades que le dan una gran jugabilidad, lo que en conjunto lo convierte en una de las clases con más potencial del juego. Sin embargo, es una clase que puede parecer muy condicionante o limitante a la hora de su roleo, al menos para un jugador novato que no conozca bien todas las opciones que ofrece el paladín.
PÍCARO. Ladrones, espías o asesinos, los pícaros son esos personajes que todos quieren tener de su lado, pero a los que odiamos con todas nuestras fuerzas cuando los tenemos como enemigos. Eso sí, ¡puede resultar muy divertido de utilizar!
A continuación vamos a descubrir qué clases son las más adecuadas para jugadores novatos. Vaya por delante que a nivel personal siempre apoyaré a cualquier jugador, sea novato o no, que quiera jugar alguna clase específica simplemente porque le gusta, al margen de cualquier otra consideración respecto a la clase. ¡A fin de cuentas, ese es el espíritu más adecuado para jugar a rol!
A la hora de realizar esta clasificación, decidí que me basaría en algunos factores básicos y en mi opinión personal, que puede, o no, coincidir con la de otros jugadores. Para empezar, una buena clase para un jugador novato debía resultar sencilla de utilizar, pues bastante tienen con tratar de seguir el ritmo del resto de la mesa en lo que a reglas se refiere. Pero también he considerado como un factor determinante lo divertida de jugar que pueda resultar cada clase, ¡pues queremos que nuestro nuevo jugador tenga una experiencia lo más grata posible! Lo que respecta a la jugabilidad de las diferentes clases, así como lo buena o menos buena que pueda ser cada una respecto a las demás, no eran elementos importantes para esta clasificación.
¡DIVERSIÓN! A nivel personal, y aunque siempre dependerá del Dungeon Master y del tipo de partida que encaremos, los personajes más divertidos de utilizar son bardo, brujo, pícaro y bárbaro. El bardo debido a sus aptitudes sociales, claro, aunque hará falta un escenario que permita tal cosa (es complicado ser un personaje social en un bosque lleno de arañas gigantes) y un jugador que sepa desenvolverse con personajes sociales. El brujo resulta un personaje muy divertido de utilizar debido sobre todo a su interesante y oscuro trasfondo, que lo hace muy atractivo para jugadores novatos. El pícaro es, a mi parecer, una de las clases más divertidas de usar, siempre y cuando sepas aprovechar el potencial de una de las clases más versátiles del juego. Finalmente, poco hay que explicar sobre por qué es divertido el bárbaro. ¿Qué es lo mejor de la vida, Conan?
DIFICULTAD
ALTA. En este primer apartado,
veremos las clases que, a nivel personal, no recomiendo a los
jugadores novatos. No resulta sorprendente que las clases elegidas
sean bardo, druida, clérigo y
hechicero, todas
ellas de altas capacidades mágicas. Esto es por un motivo sencillo:
un jugador novato, sobre todo si es novato en los juegos de rol y no
simplemente en Dungeons and Dragons, va
a tener ya bastantes cosas que recordar tan solo con las reglas más
básicas y lo relativo a trasfondo y características raciales. ¡Lo
último que necesita ese jugador es que, además, agreguemos un
puñado de hechizos a la mezcla! Además, estas clases en particular
tienen distintas características que aumentan todavía más la
dificultad. Hablo, naturalmente, de las habilidades de bardo, la
metamorfosis del druida, los talentos innatos del clérigo y la
metamagia y los puntos de hechizo de los hechiceros. ¡Demasiado
complicado para un novato!
DIFICULTAD MEDIA. Hay opciones de lanzadores de conjuros que resultan mucho más simples para un jugador novato. Hablo del mago, clase que no tiene tantas habilidades y reglas extras como las del apartado anterior, pero también del brujo, clase que, si bien cuenta con magia, no cuenta con abrumadores poderes mágicos, sino pocos conjuros y muy seleccionados. Otra opción es el paladín, que ganará conjuros a partir del nivel dos, lo que dará un nivel de margen al jugador novato para que se acostumbre al juego, antes de subir la dificultad. ¡Además, es un gran luchador, y eso siempre es divertido! Finalmente, incluyo en esta categoría a los monjes, pues, si bien no son lanzadores de conjuros, cuentan con una serie de reglas propias que pueden resultar excesivas para un jugador novato.
DIFICULTAD BAJA. El último grupo está formado por las que a mi parecer son las clases más sencillas de utilizar. ¡Pero ojo, porque no es lo mismo utilizarlo que saber aprovechar todo su potencial! Estamos ante clases con muchísimo potencial, siempre que el jugador sepa aprovecharlo. Hablamos en primer lugar del explorador, una clase que puede resultar toda una experiencia siempre y cuando el Dungeon Master colabore y nos permita aprovechar nuestros puntos fuertes en lo que se refiere a territorios y enemigos predilectos. ¡El bárbaro, por su parte, es una clase muy potente (sobre todo en niveles bajos) y muy, muy divertida de utilizar! El pícaro es una clase que tiene ciertas habilidades muy interesantes y que, en manos de un jugador espabilado, puede resultar tan divertida como eficiente, sin que por ello cargue con excesivas complejidades. Finalmente, mención de honor para el guerrero, una clase con la que podemos jugar desde un hábil arquero hasta un enano acorazado, pasando por cualquier cosa que se nos ocurra. Si bien cuenta con subclases que aportan complejidad y eficacia a la clase (sí, Maestro de Batalla, te hablo a ti), ¡también tiene otras tan sencillas como el Campeón!
Como cierre del artículo, recalcaré una vez más que la clasificación realizada tan solo responde a un criterio personal basándome en mi propia experiencia, y que, por encima de todo, siempre hay que animar a los nuevos jugadores a elegir la clase que más interesante y divertida les parezca. ¡Seguro que vosotros tenéis vuestras propias preferencias! Sea como sea, no hay que olvidar nunca el objetivo principal de todo juego de rol: la diversión.
¡Nos leemos en el próximo artículo!
JOAQUÍN SANJUÁN