Dragonlance: El Ala Negra

La Villains Serie, aparecida en la edición en español en forma de novelas independientes, abarca un total de seis títulos, dedicados, como su propio nombre indica, a algunos de los villanos más notables de la Dragonlance, o, para ser más exactos, de la etapa relacionada con las Crónicas y las Leyendas. El segundo libro en particular es El Ala Negra, nombre que recibe la facción de dragones negros del ejército de Takhisis, la Reina de la Oscuridad. Sin embargo, y pese a dicho nombre, la novela en realidad está centrada en la vida de Khisanth, un dragón negro de sobra conocido por los lectores habituales de la serie, ya que era quien protegía la vara de cristal azul que Riverwind roba antes de las Crónicas de la Dragonlance, y fue también la guardiana de Xak Tsaroth, donde se enfrentó a Los Compañeros en dos ocasiones: una en la que casi acabó con ellos (y en la que dejó al ya mencionado Riverwind a las puertas de la muerte), y otra para tratar de impedir la huida de los mencionados Compañeros, enfrentamiento que le costó la vida, precisamente a causa de la vara de cristal azul que le fue robada, pese a que en esta ocasión es Goldmoon quien la blande. Fue en esencia el enemigo final de la primera novela de las Crónicas de la Dragonlance; un enemigo que casi acabó con los Compañeros.
Pese a la notable importancia que juega Khisanth en la primera parte de las Crónicas, la novela, El Ala Negra, puede leerse perfectamente como novela independiente, sin necesidad de conocer o incluso de haber leído ninguno de los títulos mencionados, en parte debido al hecho de que se trata de una precuela, en la que conocemos la historia de la dragona antes de todos esos acontecimientos, y en parte debido a la escasa relación entre dicha precuela y otras novelas de la Dragonlance, más allá de lo ya mencionado. Por otra parte, como novela funciona bastante bien, pese a que la protagonista queda algo descafeinada.
La novela la firma Mary Kirchoff, autora habitual de la Dragonlance, para la que ha firmado obras como El incorregible Tas y Flint, rey de los gullys, ambas a cuatro manos con Douglas Niles; también El país de los kenders. La autora realiza un muy buen trabajo con El Ala Negra, aunque con ella nos ofrece una historia muy, muy diferente de las otras novelas escritas por esta autora para la Dragonlance. El Ala Negra está dividida en tres partes, y a medida que avanzamos en la novela somos testigos de la notable evolución del personaje.
Sin ánimo de spoiler, todo empieza cuando Khisanth despierta del largo sueño, y conoce a unas pequeñas y extrañas criaturas con las que acaba forjando cierta peculiar amistad. De ellas aprenderá mucho, hasta que, después de separarse de ellas, inicia una etapa como mercenaria humana, bajo el nombre de Ónice. De ahí pasará a unirse a los ejércitos de la Reina de la Oscuridad, como parte del Ala Negra que da título a la novela. Durante todo ese proceso el personaje muestra una evolución notable, y hace gala de la astucia, la inteligencia y la ferocidad por las que es bien conocida entre los lectores de las Crónicas. Al final de El Ala Negra vemos que la situación de la dragona enlaza fácilmente con cómo la encontramos en las Crónicas, lo que hace que la función de la novela como precuela quede completa. Por cierto, mención especial a la "sinopsis" de la contraportada, una de esas sinopsis que solo necesita unas pocas líneas para contarte la novela entera, sin miramiento ninguno. ¡Ignoradla!
JOAQUÍN SANJUÁN