Dragonlance - El muro de hielo, libro 2 - La Esfera Dorada
La segunda entrega de la trilogía El Muro de Hielo es La Esfera Dorada, novela que sigue con la historia que se inició en la primera parte, El mensajero, protagonizada por el elfo exiliado Kerrick y por Moreen, la joven bárbara de las tribus del Muro de Hielo. La trilogía está escrita por Douglas Niles, un veterano autor de la Dragonlance, quien ha firmado novelas como Fistandantilus, Los dragones, Emperador de Ansalon o, en coautoría con Mary Kirchoff, otras como Flint, rey de los gullys o El incorregible Tas (todas ellas reseñadas en esta misma página, por cierto). Resulta obvio que es un autor que conoce bien la serie de la Dragonlance, así como sus gentes, sus personajes y todo su mundo, y de ello hace gala en la trilogía El Muro de Hielo, que desarrolla la que probablemente sea el territorio menos explorado de la serie. Lo hace con habilidad y con una narrativa sencilla (que no simple) y eficiente, capaz de seducir al lector, especialmente cuando pone el foco en Moreen, personaje que destaca muy por encima de todos los demás de la trilogía.

Si bien esto sucede especialmente en El mensajero, pues es en esa novela donde tiene lugar su desarrollo como personaje, no pierde un ápice de su fuerza como personaje en La Esfera Dorada, donde la encontramos establecida y consolidada como líder de su pueblo.
Si El mensajero era una historia de supervivencia, en la que las tribus bárbaras del Muro de Hielo, masacradas por los ogros de la zona, tenían que unirse y recomponerse para sobrevivir a tan terrible enemigo, en La Esfera Dorada nos encontramos con una historia de conflicto, pero un conflicto que se establece de forma equilibrada entre dos bandos, los bárbaros y los ogros, con fuerza más que suficiente para plantar cara. Es entonces cuando entra en juego una misteriosa figura que trabaja para los ogros, alguien conocido como El Alquimista, quien utiliza sus saberes y habilidades para crear una terrible arma con la que sus señores, los ogros, pretenden desestabilizar el conflicto entre ellos y los bárbaros, inclinando la balanza a su favor. Sin embargo, y a diferencia de lo que ocurría en la primera novela, ya no se enfrentan a un grupo de desarrapados fugitivos, sino a un pueblo unido y fuerte, gracias al liderazgo de Moreen, y más que capaz de plantar cara a los ogros. La guerra entre unos y otros crece capítulo a capítulo, hasta que la líder de los bárbaros y Karrick, el aliado elfo al que tanto debe su pueblo, deciden ir un paso más allá en una peligrosa apuesta de la que dependerá el destino de todos los humanos del Muro de Hielo.
La Esfera Dorada ofrece un excelente punto álgido de la historia, un nudo más que digno que no desmerece la interesante primera novela, El mensajero, y que prepara al lector para un explosivo final que se desarrollará en la tercera entrega de la trilogía, Winterheim, el cierre de El Muro de Hielo. Cabe mencionar, pues es un punto que genera cierta confusión entre algunos lectores, que la presente trilogía nada tiene que ver con los acontecimientos de las Crónicas de la Dragonlance que tienen lugar precisamente en El Muro de Hielo, ya que, de hecho, esta trilogía tiene lugar varios siglos antes del terrible Cataclismo, por lo que habría que considerarla más bien como historia del mundo de la Dragonlance, sin relación alguna con las trilogías principales ni, hasta donde he podido descubrir, con otras series o novelas de la serie. ¡Aunque eso no quita que estemos ante una buena trilogía! Desde esta página queda, además, recomendada tanto para aficionados a la Dragonlance como para seguidores de la fantasía clásica en general. Que no es poco.
JOAQUÍN SANJUÁN