Dragonlance: Takhisis
Dentro de Villains Series, aunque publicada como novela independiente en la edición en español, la saga Dragonlance cuenta con la novela Takhisis (The Dark Queen en la versión original), una historia escrita por Michael y Teri Williams.
La premisa principal se presenta prometedora y de lo más interesante, ya que la novela lleva como título el nombre de la Diosa Oscura de la Dragonlance, el terrible enemigo al que los Héroes de la Lanza y sus alidados combatieron durante muchísimo tiempo, un enemigo al que ya se habían enfrentado antiguos héroes, como el mismísimo Huma. La portada, una ilustración que refleja a la propia Takhisis tanto en su forma de mujer como en la forma del dragón de cinco cabezas cromáticas, es posiblemente una de las mejores de la saga. El problema llega cuando comenzamos a leer.

Seré claro: la novela muestra que los autores realizaron un enorme trabajo, con una historia bien elaborada y repleta de subtramas y personajes, e incluso inventando algunos conceptos propios que añadieron al libro, y que dan a este un sabor peculiar y diferente. Encontré, sin embargo, algunos problemas importantes que estropean la que podía haber sido una gran novela. Los dos principales problemas se centran en el abuso. Michael y Teri Williams ofrecen una serie de personajes muy especiales, con capacidades únicas, portentos, individuos de los que hay uno entre un millón. Son varios los personajes así que encontramos en Takhisis, desde el famoso e invencible héroe rebelde hasta la barda que es capaz de hacer con su música cosa que nadie más puede hacer, pasando por un druida con ciertas capacidades únicas, o un experto y nunca visto guerrero elfo que combate sin armas, por mencionar solo a algunos de esos personajes especiales. Lo que pasa, claro, es que, cuando todos son especiales, nadie es especial. Ese abuso resulta cargante y excesivo. Por otro lado, hay otro abuso que personalmente considero peor que el ya mencionado: el abuso de lo casual. En la novela encontramos incontables ejemplos de cuestiones como "tal tomó casualmente la senda correcta", o expresiones del tipo "ignoraba por qué, pero sabía qué debía hacer / decir / qué camino debía seguir / dónde había ido su compañero". Todos los personajes parecen tener un sexto sentido que, con excesiva frecuencia, les lleva a tomar el sendero correcto, a mirar hacia el sitio adecuado o a hacer el movimiento preciso para derrotar a un enemigo superior. Incluso en ocasiones aparecen elementos oportunistas, nunca antes vistos en la novela, que resuelven un problema porque "casualmente encontró tal cosa en su bolsa". ¡Personalmente, este tipo de recurso fácil me saca de la lectura y me hace perder el interés por la novela!
Es una lástima, pues Takhisis posee los ingredientes para ser una muy buena novela, y así lo promete sobre todo en su primera mitad. En particular cabe destacar el original enfoque de la música que hacen los autores en la historia, y el papel de la chica bardo, probablemente el personaje más original e interesante de la novela. También me ha resultado muy llamativo el enfoque casi poético con el que está escrita la mayor parte del libro, lo que le da un toque distintivo y muy llamativo. En general, y pese a los problemas que ofrece, puede resultar una lectura entretenida para los seguidores de la saga Dragonlance, e incluye al final de la novela una pequeña sorpresa dirigida a estos lectores. Los demás, aquellos que no tengan un particular interés por la Dragonlance o que tan solo busquen los libros principales de la saga, pueden prescindir perfectamente de Takhisis, cuya historia tiene nula repercusión en el resto de la serie.
JOAQUÍN SANJUÁN
