Elementos imprescindibles para una buena edición

15.09.2021

Hay muchos elementos que permiten identificar un libro bien editado de uno que no lo está, y, si bien no todos esos elementos pueden reconocerse a simple vista, es fundamental conocerlos, en particular para aquellos que nos dedicamos al mundo literario, bien como escritores o como editores. Para aquellos menos versados en ese mundo, sin embargo, tampoco está de más tener unas ligeras nociones que permitan diferenciar una buena edición de una mala. Con ese fin, vamos a hacer un breve repaso a los elementos imprescindibles para una buena edición.

Qué dura es la vida del corrector.
Qué dura es la vida del corrector.

1. Corrección. El primer paso a la hora de editar un libro debe ser la corrección del texto. Es verdad que resulta muy difícil evitar que algún error termine en él, pues la corrección es una labor titánica con incontables elementos a tener en cuenta. Pero, si bien una errata es algo aceptable, un libro lleno de errores no lo es en absoluto. Lamentablemente nos encontramos numerosos libros en el mercado que no es que contengan erratas, sino que directamente están mal escritos, tanto que las faltas de ortografía y los errores de puntuación o de redacción se acumulan a medida que vamos pasando páginas. Es particularmente lamentable cuando esto pasa en libros editados por grandes editoriales, lo que sucede con alarmante frecuencia. ¿La realidad? Que un número alarmantemente alto de editoriales optan por no realizar corrección alguna de las obras que publican, o por exigir al autor que entregue su novela ya corregida, todo ello con clara intención de abaratar costes. ¿Pero merece la pena el deterioro del producto final?

2. Maquetación. No resulta difícil maquetar un texto, siempre que no queramos hacer demasiadas florituras y que no se trate de un texto para una revista o periódico, o para un libro cargado de imágenes, pues estos formatos requieren maquetaciones más específicas. Una novela, sin embargo, quedará estupendamente con una maquetación tan básica que cualquiera con un poco de habilidad puede hacerla. Pero, mientras que una maquetación sencilla puede ser suficiente para vestir bien nuestra novela, una mala maquetación ofrecerá un producto feo y que provocará el bien merecido rechazo del lector, en especial si esa mala maquetación afecta también a las tapas del libro. ¡Tu novela no merece ser tratada así!

¿Cuál de los dos te comprarías?
¿Cuál de los dos te comprarías?

3. Portada. Obviando la maquetación de la misma, pues eso ya lo hemos tratado en el punto anterior, cabe destacar la portada como uno de los elementos más importantes de un buen producto final, ya que será la responsable de atraer un buen número de potenciales lectores. Vale la pena buscar un diseñador o un ilustrador, dependiendo del tipo de portada que queramos, para que el resultado final sea profesional y logre dotar al libro de un plus de calidad.  

¡Libros, libros y más libros!
¡Libros, libros y más libros!

4. Finalmente, es muy importante la calidad de la impresión, pues todo el trabajo realizado hasta el momento puede echarse a perder si, una vez tenemos el libro en las manos, descubrimos que la impresión es de baja calidad. Eso es lo que sucede, por ejemplo, con los libros impresos por Amazon mediante la opción KDP (kindle direct publishing), excelente para publicación de libros digitales pero de ínfima calidad a la hora de realizar libros impresos. ¡Vale la pena invertir un poco más en la impresión para, a cambio, obtener un producto de primera calidad!

Si bien en el listado no hemos hablado de la calidad literaria del producto ofrecido, esto se debe a que damos por hecho que, si estamos trabajando en la edición de un libro, será porque este ofrezca, al menos, unos mínimos de calidad. Lamentablemente la experiencia nos dice que eso no siempre es así, aunque, a decir verdad, ese es un problema para tratar en un futuro artículo. ¿Quizás la semana que viene?

¡No dejéis de leer!

JOAQUÍN SANJUÁN