Mi experiencia publicando
Hoy os traigo una entrada diferente. Desde que me lancé con Grimnir Ediciones ha habido mucha gente que me ha preguntado sus dudas respecto a publicar de una manera o de otra, consultas que siempre he tratado de resolver de la mejor forma posible. He podido ver que existe una gran ignorancia en cuanto al funcionamiento del mundo editorial, y que la mayor parte de los escritores noveles no tienen claro qué opción les resulta más recomendable. A fin de ayudar un poquito a aclarar esas dudas, voy a contaros de forma breve mi experiencia personal con la publicación.
EDICIONES PARRA. Mi primera publicación fue Leyendas de Lácenor: La Ciudad Blanca, el 2010. Era también mi primera obra. No es habitual (ni fácil) ver publicado tu trabajo ya desde la primera novela, y lo cierto es que en mi caso fue más suerte que otra cosa: la editora leyó la novela casi por casualidad, le gustó y me dijo que quería publicarla. Ni siquiera me había planteado hacerlo, a decir verdad. La experiencia fue buena, tanto que la primera tirada se agotó en pocos días. La primera presentación, en Dcomic, vendió más de medio centenar de ejemplares, récord de ventas hasta la fecha en una presentación en la tienda. Lo cierto, pese a que pueda parecer lo contrario, es que Ediciones Parra era una editorial pequeña y muy humilde, pero se volcó en mi novela, y eso se notó en los resultados. María Parra, la editora, amaba lo que hacía.
SPHERE WARS. En aquella época estaba trabajando para el juego de miniaturas Sphere Wars. Escribí todo el trasfondo del libro y, además, realizaba partidas de demostración en distintas tiendas de Valencia. No recuerdo muy bien cómo surgió la idea de hacer una novela, pero el caso es que nos pusimos a ello, y el resultado fue mi novela El Rey Caído. El recuerdo, a decir verdad, no es muy bueno. Para empezar, en el apartado creativo me vi bastante limitado, pues la empresa quería ciertos elementos en la historia, elementos que, a veces, había que meter con calzador. Pero el auténtico problema fue que no era una editorial, sino una empresa de juegos. El resultado fue un desastre. La tirada se agotó, eso es cierto, pero se hicieron muchas cosas mal (como hacer la portada con una ilustración encontrada en internet, o realizar presentacionezs en tiendas de juegos de miniaturas que ni tan solo trabajaban con libros).
DOLMEN EDITORIAL. En 2012 y 2013 publiqué con ellos El Mundo de Urasawa y Comando G: El libro. Estamos hablando de una editorial importante, sobre todo en lo relacionado con cómic (los libros eran ensayos sobre cómic). Durante años, además, estuve escribiendo artículos y reseñas para su revista, Dolmen, la más importante revista de cómic del mercado español. La profesionalidad de la editorial era indudable, pero ciertas formas dejaban mucho que desear. La promoción brillaba por la ausencia, cobrar resultaba toda una batalla (conozco gente que trabajó con ellos y no cobró) y los números de ventas resultaban, cuanto menos, extraños. Al final opté por buscar prados más verdes. Sí, mis libros se vendieron relativamente bien, y además estaban disponibles en tiendas de toda España. Pero no merecía la pena.
DLOREAN EDICIONES. Siempre he dicho que mi experiencia con Dlorean Ediciones ha sido la mejor de todas las que he tenido hasta la fecha, y lo digo por algo. Pako, el editor, creó la editorial por los mismos motivos que lo hizo María Parra: pasión por los libros. Y eso siempre se nota. Con ellos reedité Leyendas de Lácenor: La Ciudad Blanca, y además publiqué Leyendas de Lácenor: El Guardián Gris, Salvajes, Los mundos fantásticos de Joss Whedon y Cazadores de lo Imposible. Algunos se vendieron mejor y otros peor, pero, a decir verdad, el trato era inmejorable, y el amor con el que Pako ha hecho siempre su trabajo como editor queda patente en cada obra bajo el sello de Dlorean Ediciones.
AUTOEDICIÓN. Durante el año anterior a la creación de Grimnir Ediciones, mi propio sello editorial desde el que ofrezco servicios editoriales para escritores noveles, estuve probando con la autoedición. Reedité varios títulos en formato digital y, por decisión propia, me ocupé de todo el trabajo de edición de Cazadores de lo Imposible. Aprendí mucho (aprendizaje que he volcado en Grimnir Ediciones) y descubrí que una autoedición bien hecha puede ser más lucrativa que una edición mediante editorial. El motivo son los porcentajes de beneficio que recibe un autor, y que habitualmente se mueven entre el 8 y el 12% del precio del libro.
Sí, la autoedición supone más trabajo, pero también más beneficios. Aunque, en mi caso, requirió cierto período de aprendizaje, especialmente enfocado a maquetación y diseño, pues debido a mi formación en Filología Hispánica y a mi experiencia como redactor y corrector, esa área la tenía dominada. El trabajo y el aprendizaje necesario, dieron sus frutos: mis obras autopublicadas son las que más beneficio económico me han reportado.
Todo esto me lleva a algunas conclusiones. En primer lugar, que publicar con una editorial grande no necesariamente es mejor que hacerlo con una editorial pequeña. En segundo lugar, que todos cometemos errores durante nuestra trayectoria como escritores. Y no pasa nada. En tercer lugar, que la autoedición, si se hace bien, resulta sin ninguna duda la opción más lucrativa, pero también la más difícil. Y la cuarta y más importante conclusión es que, al final, lo realmente importante es que estemos satisfechos con lo que hemos hecho con nuestra obra. Lo demás, tan solo es humo.
JOAQUÍN SANJUÁN