Ghoulslayer, de Darius Hinks

18.05.2025

 Debo confesar que me costó mucho, mucho tiempo armarme de valor para vérmelas con las novelas de Gotrek Gurnisson en Age of Sigmar. Soy de esos viejos jugadores de Warhammer Fantasy que compraron Matatrolls, la primera novela protagonizada por Gotrek, en su primera edición, hace más de veinte años. A esa le siguieron todas las demás: primero las siete escritas por William King, lo mejor de Gotrek y Félix, y después las cinco de Nathan Long, un autor que, a mi parecer, realiza un trabajo más que digno con el que sin duda es el personaje más popular de Warhammer Fantasy. Incluso disfruté las dos novelas que forman La caída de Gotrek Gurnisson, escritas por David Guymer, y los títulos posteriormente publicados por Minotauro. Sí, hay algunas novelas mejores y otras peores, pero en general me lo he pasado (y me lo sigo pasando) en grande con las historias de Gotrek y Félix.  

 Para entender lo que supone Ghoulslayer hay que partir del hecho de que, tras la saga El Fin de los Tiempos, el universo de Warhammer Fantasy desapareció para ser reemplazado por algo nuevo y diferente que se llamó Age of Sigmar. El hecho de que el viejo matador, Gotrek Gurnisson¸ sobreviviese al primero para aterrizar en el segundo, tan solo respondió a un muy forzado intento, por parte de Games Workshop, la compañía detrás de Warhammer Fantasyy de Age of Sigmar, de conservar a tan querido personaje. Actualmente, hay publicadas cinco novelas de esta serie, y seguro que llegarán más. ¿Pero merecen la pena?

 ¡Vamos a descubrirlo! Tiene cosas buenas, claro que sí. A nivel personal me ha gustado bastante tener la ocasión de conocer, a través de la novela, el mundo de Age of Sigmar, en el que nunca antes me había adentrado. Si bien este nuevo mundo difiere mucho del antiguo, el de Warhammer Fantasy, lo cierto es que no resulta menos interesante. Contiene, eso sí, una carga de fantasía y de elementos sobrenaturales mucho más elevada, pero eso no hace más que aumentar el interés que genera. Este mérito, sin embargo, no corresponde al autor de la novela, pues él tan solo ha echado mano de un trasfondo ya creado y escrito.  

 Hablemos ahora del trabajo de Darius Hinks en Ghoulslayer. Para empezar, el autor presenta a Gotrek Gurnisson como un personaje que se esfuerza continuamente para demostrar que es el más duro, hasta el punto de que a veces roza el ridículo. Se le asignan además adjetivos como “sucio” o “estúpido” y se le compara a menudo con un cerdo, términos que no casan en absoluto con el Gotrek que conocemos, quien era bastante inteligente (de hecho había sido ingeniero) y no necesitaba esforzarse para parecer duro, porque simplemente demostraba que lo era con su actitud. En ocasiones el Gotrek de Darius Hinks incluso se nos muestra como un imbécil que dice cosas como “guapetón” o “alegría de la huerta”. Ese es el Gotrek Gurnisson que nos pinta Darius Hink, y ese, desde luego, no tiene nada que ver con el feroz y arrojado personaje que nos entregó William King y que posteriormente siguió desarrollando Nathan Long. A mí, personalmente, tanta inconsistencia en el personaje me sacaba de la lectura a cada momento. Lo más lamentable es que no es lo único malo que puedo decir de Hinks, pues la propia trama resulta un sinsentido, los demás personajes son absolutamente planos y, además, la técnica y la narrativa empleada en la novela parecen de aficionado.  

 Quizás habría sido mejor seguir escribiendo historias de Gotrek Gurnisson en el mundo de Warhammer Fantasy. O se le habría podido dar un final épico durante esa saga, cerrando así la historia del matador. Sin embargo, se ha optado por sacarlo de su mundo, convertirlo en un semidiós (no es broma) y colocarlo en un lugar que nada tiene que ver con él. Un buen escritor habría podido sacar provecho incluso de esta situación, pero no Darius Hinks. Él tan solo hecha un poco más de mierda encima del que durante décadas fue el mejor personaje de Warhammer Fantasy.

Si os sirve de consuelo, para mí esta es la peor novela protagonizada por el matador, lo que significa que las cosas mejoran en las otras dos novelas de Gotrek Gurnisson escritas por Darius Hink, quien parece que poco a poco va cogiéndole la medida al personaje. ¡Aunque nunca estará a la altura de William King ni de Nathan Long, eso queda más que claro!

JOAQUÍN SANJUÁN