La Espada de Surtur, de C. L. Werner

03.07.2025

La Espada de Surtur es una novela publicada por Planeta DeAgostini, en particular por su Planeta Cómic y bajo el sello de Marvel, lo que parece implicar cierta relación entre dicho título y el Thor de Marvel. Además, el autor es C. L. Werner, un veterano escritor de fantasía que ha publicado un buen montón de títulos, y al que yo ya conocía por su Brunner el Cazador de Recompensas, una trilogía publicada bajo el sello de Warhammer Fantasy hace mucho tiempo. Si a todo esto le añadimos una potente portada, en la que aparece Tyr, el dios de la guerra nórdico, alzando su espada ante un colosal gigante de fuego que no es otro que el mismísimo Surtur,era de esperar que el libro llamase poderosamente mi atención. Sin embargo, las cosas no son siempre lo que parecen.  

Lo primero que no me gustó fue descubrir que la relación con el panteón nórdico de Marvel era nula. Seré sincero al respecto: no es algo que me suponga un problema a priori, de hecho en muchos aspectos prefiero el panteón nórdico tradicional al de Marvel, pero considero que, si publicas un libro como este bajo el sello de Marvel, lo que el lector espera es que exista al menos una mínima relación, cosa que aquí no sucede. Como lector no me gusta que me engañen.

El propio autor fue otra cosa que me decepcionó bastante, ya que considero Brunner el Cazador de Recompensas como una de las mejores novelas (o trilogía, en este caso) publicadas bajo el sello de Warhammer Fantasy. Aquí, en cambio, Werner está irreconocible. La Espada de Surtur está protagonizada por personajes planos y sosos, incapaces de sostener una novela por sí mismo; los villanos son una mera colección de arquetipos sin alma y la propia trama resulta sosa y anodina, sin interés. En conjunto, acaba siendo una novela de esas que vas leyendo mientras cuentas las páginas que faltan para llegar al deseado final, y así poder relegar el libro a una estantería de la que no volverá a salir, o al menos no para una relectura.

Si bien me gustaría poder decir algo bueno de esta novela, sobre todo por el cariño que le tengo tanto al autor como a su mitología, lo cierto es que me resulta muy difícil. La traducción y la corrección cojean también, para qué mentir. Si acaso, la portada es espectacular (lo mejor de la novela) y el diseño de las tapas es bastante correcto.  

Es retrospectiva, me quedo con la sensación de que La Espada de Surtur es una novela creada única y exclusivamente con fines comerciales para Marvel, aunque, de ser así, creo que un enfoque diferente podría haber sido mucho más apropiado, pues Tyr y Lorelei, los protagonistas, no son personajes que se prodiguen mucho por los cómics de Thor. Habría sido mucho más interesante, puestos a publicar la novela bajo el sello de Marvel, una historia de lady Sif, o de Los Tres Guerreros, o de Loki, o incluso Valquiria (especialmente la de los cómics, ¡no me gusta la cinematográfica!). Definitivamente, había muchas opciones más interesantes que Tyr. Por otro lado, el sabor artificial y acartonado de la novela, de la propia trama y de los personajes, me lleva a pensar que Werner contaba con ciertos parámetros a seguir, indicaciones dadas, debo suponer, por la propia Marvel. Nunca funciona limitar y condicionar la creatividad de los autores.  

La Espada de Surtur se convierte así en una de mis mayores decepciones literarias de lo que va de año, y dudo mucho que vuelva a comprar otro título similar. Al final, lo único que se consigue con productos así de encorsetados y artificiales es espantar a los lectores, quienes pueden picar una vez, tal vez dos, pero no más.

JOAQUÍN SANJUÁN