Leyendas de la Dragonlance, libro 1. El Templo de Istar

11.11.2025

Es bien sabido que las dos series principales dentro de la saga Dragonlance son las Crónicas y las Leyendas, dos trilogías obra de Margaret Weis y Tracy Hickman. Si bien es cierto que las primeras son el epicentro del universo Dragonlance, las Leyendas son su inmediata continuación, y en ellas se narra una historia muy diferente pero no por ello menos relevante ni de menos calidad. De hecho, para no pocos aficionados al mundo de la Dragonlance las Leyendas es mejor trilogía que las Crónicas. No es de extrañar si tenemos en cuenta que giran alrededor del mejor personaje de la serie, Raistlin Majere, y al destino de este.  

El Templo de Istar es la primera novela de la trilogía Leyendas de la Dragonlance. En ella tenemos fugaces apariciones de algunos de los protagonistas de las Crónicas, como Tanis Semielfo o Tika, pero la trama gira en torno a los dos gemelos, Raistlin y Caramon. Cabe destacar en este aspecto que, a diferencia de lo que sucede en las Crónicas, donde Caramon es un personaje entrañable, pero bastante sencillo, sin evolución ni relieves a destacar, en esta novela nos encontramos con diferentes facetas del héroe, lo que sin duda contribuye a dar al personaje un realismo y una profundidad notables. Al principio del libro lo encontramos como un borracho gordinflón, un hombrecillo patético, anclado a una botella y sin más ambiciones que no quedarse sin bebida. No queda ni rastro del héroe al que conocimos en las Crónicas, pues la inactividad y la pérdida de su hermano Raistlin le han convertido en un despojo del que todos se avergüenzan; en alguien incapaz de empuñar una espada, no vaya a cortarse a causa de su embriaguez. Este patetismo, este tocar fondo, permite que Caramon inicie un viaje del héroe que le llevará a reencontrarse consigo mismo... y también con su hermano, el hechicero Raistlin Majere. Sin embargo, las cosas entre ellos han cambiado, y eso se reflejará también en Caramon, quien a lo largo de El Templo de Istar pasará por diferentes facetas, y hará gala de una de las evoluciones de personaje más fascinantes de toda la serie de la Dragonlance

Por otro lado, y para bien o para mal, también tenemos como protagonista al kender Tas, el incorregible Tas, eterno alivio cómico y personaje de escasa evolución, y de quien nadie espera que sea otra cosa. Como es habitual, el kender se las ingenia para estar en el lugar adecuado y en el momento indicado, lo que le permite meterse en una aventura que no es la suya. 

Pero claro, ¿cómo podría cualquiera de sus amigos ser capaz de hacer nada a derechas sin su auxilio? Con tal pensamiento en mente, Tas no se lo piensa dos veces antes de unirse a Caramon en una nueva aventura. Que Fizban los pille confesados. 

La cuarta pata de la mesa, el cuarto personaje que protagoniza las Leyendas, es Crysania, sacerdotisa de Paladine que, tras un encuentro, queda enamorada del hermano de Caramon. Junto a este y a Tas se embarca en la búsqueda de Raistlin, con la poco convincente intención de detenerle en sus ambiciones, ya que, de llevarlas a cabo, podría poner en peligro a todo Krynn. Así lo piensan los magos, quienes azuzan al grupo a buscar al poderoso hechicero al pasado, donde este se encuentra. En concreto, a los días anteriores al terrible Cataclismo que cambió todo Krynn para siempre. ¿Pero qué posibilidades hay de que una sacerdotisa enamorada, un gordo borracho y un kender frustren los planes del más poderoso hechicero de todos los tiempos? O, aún más importante, ¿podrá el tiempo sobrevivir a semejantes viajeros? ¡La aventura está servida!

JOAQUÍN SANJUÁN