Los muertos y los condenados
Estamos ante la primera novela de Jonathan Green, quien ya había escrito un buen puñado de relatos y artículos para Games Workshop. Es, además, autor de Nigromante, otra novela que Warhammer Fantasy, cuya reseña podéis encontrar también en esta misma página. Respecto a esto, llama la atención que para Nigromante pareció plagiarse a sí mismo, ya que en Los muertos y los condenados encontramos a un nigromante con habilidades muy similares a las del protagonista de la novela homónima, y también con un cazador de brujas que lo persigue, al igual que sucede en Nigromante. No solo eso, sino que la relación entre ambas parejas de nigromante y cazador resulta muy similar. De hecho, si no fuese por los nombres de los personajes, Nigromante bien podría ser considerada como la historia de origen del brujo y del cazador de brujas que aparecen en Los muertos y los condenados.
Los muertos y los condenados es una novela de fantasía oscura muy próxima al género de espada y brujería. En ella nos encontramos con Badenov y sus muchachos, una banda de mercenarios. Resulta particularmente interesante el título elegido, pues corresponde a algo que el propio Badenov, el líder de la banda, repite con frecuencia a lo largo del libro: solo hay dos formas en las que sus muchachos y él dejarán esa vida, y es uniéndose a aquellos que mueren a manos de la oscuridad, o uniéndose a los condenados por el Caos. Lo cierto es que no se equivoca, pues algunos de los miembros de la banda mueren en combate, mientras que otros, lo quieran o no, terminan uniéndose a los corruptos condenados por el Caos.
La novela está dividida en varias partes, cada una de ellas dedicada a una estación del año, en una división algo extraña que no termina de quedar claro qué finalidad tiene. Dentro de cada una de esas partes podemos encontrar relatos independientes, pese a que todos ellos están unidos por una historia común, que no es otra que la del oscuro e inevitable destino de los miembros de la banda de Badenov en su lucha contra las tinieblas. Los muertos y los condenados abre con Invierno, la primera parte, que ofrece el relato Los lobos del invierno, en el que conocemos a los miembros del grupo y los vemos en acción por primera vez. Después llega Primavera con los relatos La marea verde crece, dedicado a los orcos, y Corazón oscuro, en el que se las ven nada menos que con vampiros. Sigue Verano, que contiene el relato Cosecha de almas, en el que los mercenarios conocen una utopía llena de felicidad, pero que oculta un oscuro secreto. A continuación tenemos Otoño, con los relatos El pozo de la plaga, dedicado a los horrores de Nurgle, y Los cuervos asesinos, donde vuelven a enfrentarse a la amenaza del Caos. La quinta parte del libro es Invierno de nuevo, y en ella tenemos Compasión por los condenados, donde se enfrentan a otro de los dioses del Caos, y finalmente Lo más crudo del invierno, un magnífico cierre para una novela que contiene algunos relatos originales e interesantes, como Cosecha de almas, pero también otros bastante mediocres. En general, y pese a que la lectura es entretenida, apenas puede considerarse una novela, pues en realidad no es más que un conjunto de relatos hilados entre ellos. A esto hay que añadirle que los personajes no quedan bien definidos, pues, con muy pocas excepciones, Green se limita a dar al lector tan solo unas pinceladas de cada uno, lo que hace que carezcan de relieve y profundidad. En definitiva, y a mi parecer, probablemente sea uno de los títulos más flojos de la serie de novelas ambientadas en Warhammer Fantasy.
JOAQUÍN SANJUÁN