Reseña de El Bosque de las Luciérnagas

10.04.2024

Os traigo una nueva reseña de Rosa Romero, esta vez de El Bosque de las Luciérnagas, segundo libro de la serie Lobos de Grímnir. ¡Y aprovecho para agradecer aquí a la autora su interés en la saga!

Recordad que, si aún no tenéis la novela y queréis haceros con ella, solo tenéis que hacer clic en la imagen para poder comprarla tanto en formato físico como digital. Recordad también que podéis leer el primer capítulo de El Bosque de las Luciérnagas AQUÍ.

¡Dentro reseña!

JOAQUÍN SANJUÁN


La saga Lobos de Grímnir, de Joaquín Sanjuán no solo mantiene su fuerza con esta segunda entrega, sino que la profundiza, la ensancha y la dota de una sensibilidad inusitada. El Bosque de las Luciérnagas es más oscuro, más visceral y, sorprendentemente, más tierno que su predecesor. Si Lobos de Grímnir fue una carta de presentación sangrienta, épica y directa, este segundo volumen nos lleva por caminos más íntimos y filosóficos, sin dejar de lado la acción y el horror característicos de su universo.

Tras los eventos del primer libro, Aylein y Drakyo continúan su errante cacería de horrores, enfrentándose esta vez a constructos aberrantes, esclavistas y a una amenaza silenciosa que crece en los márgenes del mundo conocido. El enfrentamiento inicial con un golem de cadáveres ya deja claro que esta entrega no tiene intención de bajar el ritmo, pero lo que realmente destaca es cómo, a lo largo de la historia, la relación entre ambos protagonistas se ve puesta a prueba de formas profundas: físicas, éticas y emocionales.
Drakyo, fiel a su estilo, continúa siendo el dvergar endurecido por el combate y el sarcasmo, pero esta vez lo vemos enfrentarse a sus propias limitaciones. Herido gravemente, su papel se transforma de protector a protegido, y el peso de la historia recae sobre Aylein. Es aquí donde Sanjuán despliega uno de sus mayores logros: convertir a Aylein en la verdadera heroína de la saga. La vemos huir, sufrir, luchar y resurgir, no como la aprendiz de cazadora que conocimos, sino como una guerrera en pleno derecho. El momento en que se enfrenta sola a una horda de esclavistas y colosos mecánicos es simplemente antológico.
Narrativamente, el bosque —protagonista implícito— se convierte en un personaje más. No es solo escenario: es refugio, trampa, santuario y castigo. La prosa se vuelve más poética en estas secciones, casi onírica, especialmente cuando Aylein cae en la grieta y encuentra lo que podría ser el eco de una civilización antigua. Las raíces, las luciérnagas, los pasadizos vivientes... Todo evoca esa fantasía feérica ancestral que se contrapone brutalmente con el mundo industrializado, esclavista y oscuro que asciende en la superficie. La crítica al mundo decadente que ignora lo sagrado de la vida se filtra sin sermonear.
La acción sigue siendo brutal y precisa, pero aquí adquiere un tono de tragedia. La batalla no siempre es gloriosa: dado a veces se torna en una cuestión de sobrevivir lo suficiente para que otro pueda escapar, dando con ello una lección sobre sacrificio y amor. Y eso es algo que se refleja en la estructura misma de la novela, en la que encontramos momentos de ritmo frenético, sí, pero también otros en los que el silencio, el temor y la incertidumbre se imponen.

Una mención especial merece el personaje de Rey Tejón, presentado hacia el final, que promete dar mucho juego en el futuro. Un guerrero dvergar salvaje, brutal y ancestral que responde al llamado de los suyos como si los antiguos espíritus aún habitaran la tierra. Su llegada, prefigurada por el cuervo mensajero, es un cierre poderoso que deja la puerta abierta a una inevitable confrontación de proporciones épicas.

En conclusión, El Bosque de las Luciérnagas no solo es una secuela digna, sino que es mejor, más rica y más compleja. Sanjuán no se limita a repetir la fórmula del primer libro; la expande y profundiza. Nos habla del dolor, del miedo, de la resiliencia, y de la necesidad de fe incluso en medio de la oscuridad. La saga Lobos de Grímnir se consolida aquí como una de las más prometedoras del panorama fantástico en español. Y lo que viene, no me cabe ninguna duda, promete ser aún mejor.

ROSA ROMERO
roro86@gmail.com