Thanquol y Destripahuesos, vol. 2. El Templo de la Serpiente

27.10.2023

El segundo libro, El Templo de la Serpiente, es una de las pocas novelas de Warhammer Fantasy que dan cierto protagonismo a los hombres lagarto, uno de los ejércitos del wargame en el que se ambientan los libros. Sin embargo, en esta novela se profundiza en la conocida rivalidad entre ratas y lagartos, y Thanquol deberá demostrar una vez más que no solo es más poderoso y capaz que otros skavens, sino que su astucia, su maldad y su perfidia están, también, muy por encima de sus rivales; todo esto mientras aprende a vérselas con esas extrañas criaturas reptiloides que son los hombres lagarto. De nuevo, y al igual que sucedía con El vidente gris, las virtudes de esta novela están más encaminadas hacia la ocasión de disfrutar de una novela en la que se habla extensamente sobre los skavens, y, en este caso en particular, también sobre los hombres lagarto. La propia novela como tal es probablemente de las más flojas que podemos encontrar en la colección de Warhammer Fantasy, al igual que sucede con su precuela, El vidente gris. Y es que, en términos generales, lo cierto es que no está ni por asomo entre las mejores novelas de Warhammer Fantasy, e incluso diría que su mayor interés (casi el único interés que ofrece) es que esta trilogía ofrece los únicos libros que permiten explorar y conocer a fondo a los skavens, y también son los únicos libros en los que los hombres lagarto gozan de cierto protagonismo. Y, bueno, siendo sincero siempre es divertido leer historias protagonizadas por skavens. Es desconcertante cómo pueden ser al mismo tiempo una de las razas más siniestras y perversas de Warhammer Fantasy, y también una de las más divertidas...


Antes de concluir, me detendré un instante en la novela que cierra la trilogía. Esta, la tercera novela, es Thanquol´s Doom (La perdición de Thanquol), y no está traducida en español, lo que hace que la trilogía de C. L. Werner quede incompleta en nuestro país. Por un lado no es un gran problema, ya que, de forma similar a lo que hizo el autor con Brunner el cazador de recompensas, cada novela está tratada como una historia independiente, pese a que deja siempre una conexión con el siguiente libro. Pero, claro, por otro lado el lector se ve incapaz de completar la trilogía, salvo que lea la última novela en inglés. Por otro lado, este curioso hecho, que no se publicase la última entrega de la trilogía, es una buena muestra del desinterés que generaron las dos anteriores cuando fueron publicadas en nuestro país. Ante esto, hago una reflexión: con frecuencia hay quejas de que se da más protagonismo a ciertas razas y a ciertos pueblos, en especial altos elfos, elfos oscuros, Imperio, Caos y no-muertos, pero, si indagamos un poco en los títulos publicados, es fácil comprobar que, por regla general, los títulos que se apartan de estas razas y pueblos tienden a cosechar menores ventas que los que se centran en ellos. Al final, como no podía ser de otra forma, las ventas mandan, y ni los skavens ni los hombres lagarto parecen generar un gran atractivo como protagonistas de sus propias historias. Irónicamente no sucede eso con el juego, pues estamos ante dos de los ejércitos más vendidos y jugados de las últimas ediciones de Warhammer Fantasy (con permiso del Caos), contraste que no deja de ser curioso. 

Quizás en un futuro, cuando las novelas de Warhammer Fantasy sean reeditadas en español, podamos conseguir esa tercera novela que quedó pendiente en su momento. Pero, hasta que eso pase (si es que pasa), tendremos que conformarnos con El vidente gris y El Templo de la Serpiente.

¡Nos leemos en el siguiente artículo o en la siguiente reseña de literatura fantástica!

JOAQUÍN SANJUÁN