Torneo KoW Valencia - agosto 2021

Tras el éxito del Torneo KoW Resurrección de Valencia del mes pasado (puedes leer la crónica AQUÍ), la comunidad levantina de Kings of War nos hemos liado la manta a la cabeza para seguir realizando eventos similares, pese a la restricción de aforo que limita a diez el número de participantes de dichos eventos. Buena prueba de ese empeño es que, tras casi dos años sin torneos en Valencia, hemos podido disfrutar de dos seguidos, uno en julio y otro en agosto, pese a que verano, por regla general, suele ser una época más difícil para organizar eventos de este tipo, por aquello de las vacaciones. De nuevo fue Pablo Triguero quien organizó el evento, aunque en esta ocasión contó con la ayuda de Ángel Ortega. Además, y puesto que éramos impares debido a una baja de última hora, ocuparon la última plaza del torneo (Ángel jugó dos partidas y Pablo tomó el relevo para la última). Por lo demás la asistencia quedaba completa con jugadores de Valencia, nuestros habituales amigos de Vall D´Uixó y Cartagena y, por si fuera poco, vino un pequeño grupo de jugadores del no tan lejano norte catalán. Goblin Trader Valencia fue de nuevo sede del evento, y en esta ocasión contamos además con el patrocinio de los increíbles chicos de TodoRol. Os recomiendo que echéis un vistazo a su página web (podéis hacerlo pinchando en el nombre), pues tienen miniaturas tan increíbles como la que podéis ver debajo de estas líneas, y que fue una de las cinco miniaturas de TodoRol que se sortearon entre los participantes. Esta enana portaestandarte en particular ya está en la mesa de pintura, a la espera de unirse más pronto que tarde a mis hordas de enanos. 

MI LISTA. 

Jugué de nuevo los enanos libres que tantas alegrías me habían dado en los últimos tiempos, aunque hice un par de cambios en la lista del último torneo para ajustar algunas cosas. Básicamente quité los perros arrojadizos de las tres unidades de mastines (nunca logro sacarles partido) y usé esos 45 puntos para poner la gema de la adivinación en una de las unidades de elementales de piedra y el hechizo banechant al sacerdote de piedra. El resto de la lista permaneció exactamente igual. 

PRIMERA RONDA. 

En esta ocasión, puesto que también se aceptaban desafíos, lancé el guante a Cristian, mi último rival en la partida anterior. ¿El motivo? ¡Que me debía una buena partida! Y vaya si lo fue... 
Su lista básicamente estaba formada por dos regimientos de arbóreos, dos caballerías pesadas, dos hordas de espaderos, una tropa de exploradores, tres magos con rayos (¡dieciocho por turno!) y un rey elfo a caballo con la espada matabestias. 

El flanco izquierdo lo controlaba mi gran elemental de piedra, parapetado tras un muro después de avanzar con scout. En mi flanco derecho desplegué las caballerías, el portaestandarte, el rey en bestia y dos de mastines, convirtiéndolo en mi flanco de ataque. Mi centro, por supuesto, estaba formado por mis tres bloques de piedras, con el sacerdote detrás. En el frente me encontré a las dos hordas de espaderos y la tropa de exploradores en el centro, a una caballería en cada flanco y a los arbóreos tomando el centro del campo de batalla con scout antes de empezar. 

Todo empezó bien: mi flanco izquierdo estaba asegurado, pues el rival no se atrevía a avanzar, mientras que mi flanco derecho no tardó en ocuparse de los dos regimientos de arbóreos y de la caballería pesada de dicho flanco. Sin embargo hubo dos elementos que hicieron que las cosas se torciesen para mí: el primero fue que, sin darme cuenta, dejé a una de mis hordas de piedra a tiro de una carga doble de su caballería del flanco izquierdo y de una de las hordas de espaderos, lo que hizo que fuese aniquilada mientras la otra horda se me echaba encima. Si bien el gran elemental y la unidad de mastines que desplegué en ese flanco se ocuparon de la caballería, sus hordas y la tropa de exploradores (que me entró por flanco) destrozaron a mis dos bloques de piedra restantes, pese a que estos se llevaron por delante una de las hordas de elfos. El otro hecho que me torció la partida fue que, pese a que pude eliminar las unidades del flanco derecho de mi rival, sus magos remataron a mis caballerías y mastines a base de rayos mágicos. Por otra parte su rey elfo montado trabó a mi rey enano, que en una sucesión de malas tiradas no fue capaz de superar al general enemigo, y quedaron trabados hasta el final de la partida. 

El objetivo del escenario era pasar al lado del rival. Cristian tan solo puntuó con una horda de espaderos, pues no le quedaba nada más que eso y los personajes, y yo puntué con un regimiento de mastines, el rey en bestia y el gran elemental de piedra. Sin embargo, dado al alto valor de la horda, el resultado de PU fue 4-3 a favor de Cristian. Después del recuento, mi puntuación final en la partida fue de cinco puntos. 

Al margen del resultado fue una partida divertida, muy disputada y emocionante. ¡Así es como siempre debería ser!

SEGUNDA RONDA. 

Me tocó contra Jorge, compañero del Tercio Viejo de Levante. Jorge, si bien es un buen jugador de wargames, no es precisamente un habitual de Kings of War. Así que nos alegró contar con él en el torneo.  

Su ejército era Imperio del Polvo.  Nunca había jugado contra este ejército, así que no conozco bien la lista, pero, en esencia, creo recordar que llevaba dos hordas de lanceros, un gigante, un par de carros, dos hordas creo que de momias, un par de caballerías pequeñas y alguna otra cosa.

Se trataba de un escenario de objetivos. Tras advertir que el campo de batalla aparecía partido en dos, pues en el centro se alzaba un gran elemento impasable con un muro a cada lado, decidí que iría a por cuatro de los seis objetivos, para asegurarme la partida. Con esto en mente desplegué mi muro de piedra (tres hordas de elementales) en el flanco derecho, junto al sacerdote, a una de mastines y al rey en bestia. En ese flanco había tres objetivos. En el otro flanco coloqué a mis caballerías, dos unidades de mastines y al portaestandarte, con intención de hacer todo el daño posible a mi rival antes de perder ese flanco. Mi gran elemental de piedra lo dejé en el centro y usé scout para avanzar hasta uno de los objetivos, situado estratégicamente tras un muro, y parapetarme allí. A ver quién era capaz de sacarlo de esa posición defensiva y tomar el objetivo. Mi despliegue en dos frentes hizo que mi rival hiciese lo mismo, dividiendo las fuerzas entre ambos flancos. Esto era justo lo que yo quería, pues contaba con que así no tendría empuje suficiente para romper mi flanco derecho. Esto se debía, entre otras cosas, a que no eran unidades particularmente pegonas.

El plan funcionó a la perfección. El flanco derecho lo gané sin dificultad, pues mi rival no fue capaz de romper el muro de piedra. Por desgaste eliminé sus unidades y controlé los objetivos. Respecto al gran elemental de piedra, Jorge le tiró encima a una horda de lanceros que apenas le hizo un par de arañazos y que, de nuevo por desgaste, fue eliminada tras varios turnos. Respecto al flanco izquierdo que yo contaba como sacrificio, mi sorpresa fue mayúscula cuando una sucesión de pésimas tiradas de mi rival impidió que una carga triple por su parte acabase con uno de mis regimientos de jinetes, lo que lo dejó expuesto. Finalmente en el turno cuatro, con solo dos unidades y algún personaje sobre la mesa y sin haberme podido matar nada más que mis tres pantallas de mastines, se rindió. Obtuve veinticinco puntos.

TERCERA RONDA. 

Después de comer me tocó enfrentarme a Nacho, el mentor de los chicos del Kraken, de Vall D´Uixó. En las otras ocasiones en que me había enfrentado a él ya había comprobado su gran nivel de jugador, y en esta ocasión no fue menos. 

Llevaba una lista de La Manada muy del estilo MSU, compuesta por dos bestias, cinco tropas y un regimiento de cuernoslargos, una horda pegona de infantería, un regimiento de centauros, dos druidas y unas panteras.

En mi flanco izquierdo desplegué mi partida de caza (jinetes y mastines), y fueron capaces de eliminar a una bestia, un par de las muchas tropas que llevaba y el regimiento de centauros, aunque su otra bestia me complicó las cosas y paró a mis dos bloques de jinetes, que no pudieron ir a apoyar en el centro. 

En el centro coloqué mi muro de piedra, que, si bien hizo todo lo que pudo contra las muchas unidades pequeñas y pegonas de mi rival, fue derrumbándose poco a poco mediante cargas múltiples, hasta que quedó arrasado. Respecto a mi flanco derecho, sin duda fue el peor jugado. Mi rey en bestia fue incapaz de eliminar una tropa y quedó expuesto a una carga por el flanco que acabó con él, y el gran elemental no pudo hacer nada contra la horda de mi rival, que contaba con una pegada tremendamente fuerte. 

Al final pude controlar un objetivo con las caballerías, pero mi rival se hizo con los otros dos y perdí la partida, de la que tan solo pude sacar cinco puntos. 

CIERRE Y ENTREGA DE PREMIOS.

En esta ocasión el campeón del torneo fue Pascual con su precioso ejército Sylvan, seguido muy de cerca por un Mario Murillo que se fue a casa con el trofeo a ejército mejor pintado. Yo obtuve un discreto sexto puesto, aunque, teniendo en cuenta que había perdido dos de las tres partidas, aún fue un buen resultado. 

Después de entregar los premios, cada participante recibió un vale descuento de TodoRol y se sortearon algunas miniaturas y vales. Como ya sabéis, ¡conseguí una estupenda portaestandarte enana para mi ejército!

Ya hay programado un nuevo evento para el mes que viene. ¡Estamos a tope!

JOAQUÍN SANJUÁN