Warhammer: Defensores de Ulthuan
Defensores de Ulthuan es una de esas novelas que, debido a una edición con ciertas carencias, resulta bastante difícil de situar en el listado de novelas publicadas en origen de Warhammer Fantasy. Para empezar, apareció publicada sin absolutamente ninguna referencia que hiciera pensar que forma parte de una serie, cosa que ocurre también con otros títulos, como las novelas de Genevieve. Esto resulta especialmente molesto en el caso de Defensores de Ulthuan, pues, mientras por lo general las novelas de una misma saga ofrecen historias completas pero con continuidad, en el caso de Defensores de Ulthuan el lector se queda con la historia a medio contar, con un final precipitado y sin cerrar, casi como si hubieran cortado a mitad de un capítulo especialmente interesante y relevante. Y es que la narración se interrumpe en un momento inesperado, de gran importancia para la historia y de enormes consecuencias. Dicho de otro modo: Defensores de Ulthuan y su continuación no son dos novelas de una misma serie, sino una historia contada en dos libros. Que no es lo mismo. El problema se agrava cuando descubrimos que esa continuación, Sons of Ellyrion, no fue publicada en español, lo que hace muy difícil conocer el desenlace de Defensores de Ulthuan, salvo que se eche mano de una traducción fan o de la edición inglesa.

Y por si no fuese todo esto ya bastante lío, resulta que, según dónde consultemos, Defensores de Ulthuan y Sons of Ellyrion forman una serie por sí mismos, o bien componen una trilogía junto a Los Guardianes del Bosque, pese a que no tengan nada que ver con esta, más allá de que los protagonistas son elfos y de que todos ellos han sido escritos por Graham McNeill. Un auténtico lío.
La trama de Defensores de Ulthuan gira en torno a dos ejes: por un lado, la historia de dos hermanos elfos; por otro, el ataque por parte de los elfos oscuros a Ulthuan, la tierra de los altos elfos. ¡Y cuenta además con Tyrion y Teclis como personajes secundarios! Lo mejor de la trama es que ambos ejes se ofrecen entrelazados, y se van deshilando a medida que avanzan los capítulos. Claro que esto sería mucho más interesante si no fuese porque, ya al principio de la novela, se da al lector una información que hace que sea fácil suponer por dónde van a ir los tiros en lo referente a la historia de los dos hermanos. La trama, lenta y en ocasiones tremendamente aburrida, nos presenta a unos personajes por lo general planos, como solo pueden ser un puñado de elfos construidos en torno a un montón de tópicos, todos tan bellos, tan hábiles, tan inteligentes, tan correctos, tan iguales. Si bien la historia se anima cuando finalmente empieza el ataque de los elfos oscuros, la forma en que los diferentes protagonistas confluyen en el mismo punto resulta un tanto forzada. Que después de todo eso nos encontremos con una historia inconclusa no mejora en absoluto la impresión que Defensores de Ulthuan deja en sus lectores.
Por lo que a mí respecta, y a modo de opinión personal, estamos ante una novela recomendable tan solo si eres seguidor de los Altos Elfos (pero muy seguidor), pues de lo contrario es probable que se te atragante. Eso sí, recuerda que Defensores de Ulthuan es solo media novela, y que la otra media no ha sido publicada en español. Por mi parte, un libro para no releer y para olvidar, con muy pocas cosas buenas que pueda valorar de él. Si acaso, su más que correcto acercamiento al trasfondo y al mundo de los Altos Elfos.
JOAQUÍN SANJUÁN