Warhammer: Malus Darkblade, libro 1: La maldición del demonio

24.10.2025

La primera novela de la pentalogía Las crónicas de Malus Darkblade es La maldición del demonio, y, en ella, la trama nos presenta al protagonista, el mismísimo Malus Darkblade, como descendiente de una de las casas más notables de los elfos oscuros, pese a que él es uno de los miembros con menos estatus de la misma. En muchos aspectos, desde la posición social y familiar del protagonista hasta la forma en que se nos muestra la oscura y malvada sociedad de los elfos oscuros, recuerda mucho precisamente al elfo oscuro más famoso de todos los mundos de fantasía, Drizzt Do´Urden, y en particular a la trilogía en la que se narra su origen, llamada precisamente Trilogía del elfo oscuro. Sin embargo, y pese a las notables similitudes, hay una diferencia fundamental entre ambos personajes, y es que toda la inclinación que Drizzt muestra hacia el bien, Malus la muestra hacia el mal. No, Malus Darkblade no es un héroe, ni tampoco quiere serlo. ¡Él es un individuo malvado, egoísta, taimado y tramposo, un villano de los pies a la cabeza! 

Es, de alguna forma, el reflejo oscuro de lo que podría haber sido Drizzt. ¡Eso, la notable maldad del protagonista, es precisamente lo hace tan interesante su historia y sus novelas! 

La pentalogía la firman Dan Abnett y Mike Lee, dos de los escritores habituales de las novelas de Warhammer Fantasy y de Warhammer 40.000. Nos ofrecen a un Malus Darkblade muy alejado del terrible campeón oscuro al que tan bien conocen aquellos familiarizados con el wargame del que proviene el personaje; un Malus Darkblade en sus orígenes, en una aventura en la que busca fama, poder y riquezas para así reclamar entre los suyos el puesto que él considera que le corresponde, y que no es bajo. Sin embargo, las cosas no salen para Malus Darkblade como él esperaba, lo que no es de extrañar si tenemos en cuenta que sus puntos fuertes no son inteligencia, ni habilidad, ni nada por el estilo, sino una gran maldad y una suerte que en ocasiones roza lo absurdo, convirtiendo al personaje en alguien con más cojones que cerebro, y perdón por lo soez, pero a quien los hados parecen proteger, dada su buena fortuna y teniendo en cuenta la de veces que las cosas le salen bien por puro azar. Pero ni toda la suerte del mundo le salva de ser poseído por un terrible demonio, posesión que lo empujará en la búsqueda de una serie de poderosos artefactos, necesarios si no quiere perder su alma. Asistimos así a la forja del legendario personaje, y lo hacemos sumergidos en una ambientación oscura y sangrienta, desarrollada entre la violenta e inmisericorde sociedad de los elfos oscuros. Malus, un personaje que ya de por sí muestra un claro desdén por todo aquello que no sea él mismo, alguien capaz de sacrificar lo que sea y a quien sea en su propio beneficio, tan solo ve acentuadas estas tendencias al encontrarse con que está en juego no ya su vida, sino su propia alma. 

El libro, si bien interesante, entretenido y repleta de extraordinarias escenas de acción, adolece del problema de que la historia parece perderse entre tanta orgía de sangre y matanza, y a veces da la sensación de que falta historia para tanto libro, problema que resulta extensivo a toda la pentalogía. ¡Aunque, eso sí, los autores rellenan los huecos con grandes escenas repletas de acción y violencia!

Si eres de los que prefieren la fantasía más oscura y agresiva, alejada de las historias de épicos héroes de brillante armadura, Las crónicas de Malus Darkblade son para ti.

JOAQUÍN SANJUÁN