Warhammer: Malus Darkblade, libro 4: La Espada de Disformidad

26.11.2025

El segundo de los dos tomos que recopilan la pentalogía Las crónicas de Malus Darkblade inicia con la cuarta entrega de la serie, la novela titulada La Espada de Disformidad, de la que hablaré en esta reseña. Eso significa, obviamente, ¡que la epopeya del feroz elfo oscuro Malus está cerca de su final! El personaje, nacido para el juego Warhammer Fantasy muchos años antes de dar el salto para convertirse en el protagonista de esta serie de novelas, es uno de los más populares de los elfos oscuros. 

Recordemos brevemente que, después de que en La maldición del demonio, primera novela de la saga, Malus Darkblade quedase poseído y maldito por un poderoso demonio, el elfo oscuro se dedicó a reunir cinco antiguos artefactos arcanos con los que podría recuperar su alma y volver a ser libre. La búsqueda comenzó en la propia La maldición del demonio y prosiguió en las dos novelas siguientes, Tormenta de sangre y Devorador de almas, lo que le llevó a conseguir tres de esos cinco artefactos. En La Espada de Disformidad lucha por conseguir el cuarto, la poderosa Espada de Disformidad,

En esta ocasión, Malus Darkblade se enfrenta nada más y nada menos que a un culto secreto de adoradores de Khaine, el Señor del Asesinato, identidad por la que los elfos oscuros conocen al mismísimo Khorne, uno de los cuatro terribles dioses del caos. No será un enfrentamiento fácil, pero es el único camino para conseguir el cuarto de los cinco artefactos que le permitirá recuperar su alma. ¡Además, el tiempo corre, y, si no lo consigue en el plazo estipulado por el demonio que lo ha poseído, perderá su alma para siempre, y con ella su libertad! La batalla, en la que de forma inesperada Malus Darkblade encontrará tanto nuevos aliados como viejos enemigos, llevará al elfo hasta los mismísimos Desiertos del Caos, hasta una fortaleza perdida, o escondida. ¿Encontrará allí la Espada de Disformidad, o, en cambio, ese lugar se convertirá en su tumba? Está por ver. Sin embargo, Malus hace un terrible descubrimiento: la influencia del demonio que lo posee es cada vez mayor, y el poder que obtiene cuando le pide ayuda es cada vez más monstruoso. ¿Es acaso una señal de que la influencia del demonio es cada vez más grande en él? De ser así, ¿realmente tiene alguna posibilidad de recuperar su alma?

La Espada de Disformidad, al igual que el resto de la pentalogía Las Crónicas de Malus Darkblade, es una novela que destaca por sus brutales y sangrientas escenas de acción, y por la crudeza que estas desprenden en cada página. No en vano, si algo puede decirse del protagonista, Malus, es que es un guerrero feroz, sin remordimientos, decidido, más que dispuesto a hacer cualquier cosa por lograr sus objetivos, y también a realizar cualquier sacrificio que sea necesario. Y no importa lo mal que se pongan las cosas para él, pues Malus destaca por un rasgo muy característico: nunca se rinde. Da igual lo que pase, da igual que la muerte le mire a los ojos y le sostenga la mirada. Malus nunca se rinde. Y si hay un camino para obtener la victoria, que no os quepa duda de que sabrá encontrarlo, independientemente de las vidas que tenga que segar para recorrerlo, e independientemente también de a quién pertenezcan dichas vidas. Para él, todo el mundo es prescindible. 

El desenlace de la serie llegará en la siguiente reseña, dedicada al quinto libro de la pentalogía, El Señor de la Destrucción. Y mucho ojo con esta novela, pues en ella descubriremos si Malus Darkblade recupera su alma, y con ella la libertad que tanto ansía, o si se convertirá de forma irremediable en el desalmado sirviente del demonio que lo posee. La emoción está servida.

JOAQUÍN SANJUÁN