La venganza de Gilead

31.05.2023

 Cuando hablamos de novelas de Warhammer Fantasy, a uno le vienen a la cabeza de inmediato las historias de héroes como el poderoso Sigmar, los aventureros Gotrek y Félix o el cazador de recompensas Brunner, o también podemos pensar en personajes, digamos, menos heroicos, tales como Malus Darkblade o el mismísimo Nagash. Sin embargo, entre las docenas de novelas de Warhammer Fantasy que llegaron a publicarse en español, hay algunas pequeñas joyas que pasan desapercibidas para la mayoría de los aficionados. Una de esas pequeñas joyas bien podría ser La venganza de Gilead, una novela que oscila entre la fantasía oscura y la espada y brujería, y en la que podemos descubrir las andanzas del amargado alto elfo Gilead Lothain, último hijo de Tor Anrok. El libro, escrito por Dan Abnett y Nik Vincent,está compuesto por seis historias diferentes, que bien podríamos catalogar como cinco relatos y una novela corta, con la que se cierra el libro. Decía antes que La venganza de Gilead oscila entre la fantasía oscura y la espada y brujería, y esto es porque algunas historias contienen una fuerte carga de elementos sobrenaturales y de brujería, mientras que otras ofrecen ficciones mucho más mundanas. ¡Pero vamos a comentar dichas historias de una en una!

El rastro de Gilead. La primera historia del libro, de unas veinte páginas, nos ofrece lo que podríamos definir como la historia de origen del protagonista, Gilead Lothain. En ella descubrimos que Gilead ha sido capturado por un grupo de forajidos que pretende usar a su prisionero para chantajear a Tor Anrok, sin saber que la ira de los habitantes del lugar caerá con todo su peso sobre los secuestradores. Asistimos además a cierto suceso (del que no hablaré aquí) que convertirá a Gilead Lothain en un individuo roto y amargado, alguien que, desde entonces, vivirá tan solo para la venganza, lo que dará inicio a las demás historias del libro.

El destino de Gilead es la segunda historia, y resulta un poco más corta que la anterior. En esta vemos cómo Fithvael, leal amigo y sirviente de Gilead, hace todo lo posible para que el elfo, roto tras los sucesos del primer relato, vuelva a ser él mismo. Sin embargo, tan solo habrá una cosa capaz de hacer reaccionar a Gilead: la venganza.

La decisión de Gilead, con algo más de cincuenta páginas, resulta un relato más extenso que los dos anteriores juntos, lo que permite a los autores ofrecer una historia más desarrollada. En ella Gilead y Fithvael acuden en ayuda de una dama élfica apresada por un siervo del Caos, y se enfrentan a este y a sus oscuros poderes en una aventura que rezuma espada y brujería. Pero, si el lector no se ha dado cuenta aún a estas alturas, es aquí donde descubrirá que las aventuras de Gilead no son de esas historias que terminan con final feliz.

La senda de Gilead, de extensión similar al relato anterior, nos muestra a un Gilead que, tras perderlo todo, descubre una inesperada y amarga herencia a la que deberá hacer frente, y sobre la que tendrá que tomar una decisión con la que demostrará al mundo y a sí mismo qué clase de persona es.

El último relato es La prueba de Gilead, de unas veinticinco páginas, y en él somos testigos de cómo Gilead recupera todo aquello que le había sido negado y alcanza la felicidad a la que ya había renunciado, tan solo para descubrir después que ha sido presa de la más vil de las brujerías. Si bien todas las historias de Gilead dejan un regusto amargo al lector, esta es, probablemente, la más amarga de todas.

El libro termina con la novela corta Las espadas de Gilead, una historia que abarca casi la mitad de las trescientas páginas del libro. En esta ocasión Gilead se convierte tan solo en uno de los varios protagonistas de una historia coral que recuerda muchísimo al clásico Los siete samuráis, o a su versión occidental, Los siete magníficos. En ella, Gilead y Fithvael se unirán a un grupo de campeones que luchará para defender un poblado, abandonado a su suerte por El Imperio, de una hueste de mercenarios tileanos que amenazan con arrasar el lugar hasta los cimientos. La hazaña, como es de esperar, dará lugar a una historia repleta de épica y de acción, de la que no todos los héroes saldrán con vida.

La venganza de Gilead fue una de las primeras novelas de Warhammer Fantasy que se publicaron, lo que probablemente explique por qué ha pasado desapercibida para la mayor parte de los aficionados. En España fue publicada en el 2002, fechas en las que tan solo habían visto la luz un puñado de títulos. Esto hace, además, que resulte sumamente difícil encontrarla, pues, hasta donde yo sé, no ha habido reimpresión alguna. Pese a todo, si tenéis ocasión de haceros con ella, ¡hacedlo! Es una lectura que bien merece la pena.  

JOAQUÍN SANJUÁN


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