Las crónicas de Malus Darkblade

10.11.2022

He hablado ya a lo largo de diferentes reseñas y artículos sobre el mundo de Warhammer Fantasy, un mundo nacido como wargame, pero que, con el paso de los años, creció y se expandió hasta tal punto que hoy en día cuenta con diferentes juegos y videojuegos, novelas e incluso cómics. Hoy vuelvo una vez más a ese viejo y conocido mundo para hablaros de una de sus sagas literarias más icónicas: Las crónicas de Malus Darkblade. Se trata de una serie de cinco libros, recopilada en España en dos gruesos volúmenes. El primero, el más grueso de los dos, reúne las tres primeras entregas (La maldición del demonio, Tormenta de sangre y Devorador de almas), y el segundo ofrece las dos restantes (La Espada de Disformidad y El Señor de la Destrucción). Esta es la segunda serie de novelas más larga de Warhammer Fantasy, superada tan solo por las aventuras de Gotrek y Félix. ¡No es de extrañar, pues Malus Darkblade siempre ha sido un personaje de lo más atractivo e interesante!

La trama nos presenta al protagonista, el mismísimo Malus Darkblade, como descendiente de una de las casas más notables de los elfos oscuros, pese a que él es uno de los miembros con menos estatus de la misma. En muchos aspectos, desde la posición social y familiar del protagonista hasta la forma en que se nos muestra la oscura y malvada sociedad de los elfos oscuros, recuerda mucho precisamente al elfo oscuro más famoso de todos los mundos de fantasía, Drizzt Do´Urden, y en particular a la trilogía en la que se narra su origen, llamada precisamente Trilogía del elfo oscuro. Sin embargo, y pese a las notables similitudes, hay una diferencia fundamental entre ambos personajes, y es que toda la inclinación que Drizzt muestra hacia el bien, Malus la muestra hacia el mal. No, Malus Darkblade no es un héroe, ni tampoco quiere serlo. Tampoco es un antihéroe. ¡Él es un individuo malvado, egoísta, taimado y tramposo, un villano de los pies a la cabeza! Es, de alguna forma, el reflejo oscuro de lo que podría haber sido Drizzt. ¡Eso, la notable maldad del protagonista, es precisamente lo hace tan interesante su historia y sus novelas!


La pentalogía la firman Dan Abnett y Mike Lee, dos de los escritores habituales de las novelas de Warhammer Fantasy y de Warhammer 40.000. Nos ofrecen a un Malus Darkblade muy alejado del terrible campeón oscuro al que tan bien conocen aquellos familiarizados con el wargame del que proviene el personaje; un Malus Darkblade en sus orígenes, cuando, poseído por un terrible demonio, debe iniciar la búsqueda de una serie de poderosos artefactos si no quiere perder su alma. Asistimos así a la forja del legendario personaje, y lo hacemos sumergidos en una ambientación oscura y sangrienta, desarrollada entre la violenta e inmisericorde sociedad de los elfos oscuros. Malus, un personaje que ya de por sí muestra un claro desdén por todo aquello que no sea él mismo, alguien capaz de sacrificar lo que sea y a quien sea en su propio beneficio, tan solo ve acentuadas estas tendencias al encontrarse con que está en juego no ya su vida, sino su propia alma. 

La saga, si bien interesante, muy entretenida y repleta de extraordinarias escenas, adolece del problema de que, en ocasiones, la historia parece perderse entre tanta orgía de sangre y matanza como protagoniza Malus. Si bien el motivo de que sean precisamente cinco novelas parece responder al hecho de que son cinco los artefactos que el protagonista debe encontrar, tal vez habría funcionado mejor como trilogía, pues da la sensación de que falta historia para tanto libro. ¡Aunque, eso sí, los autores rellenan los huecos con grandes escenas repletas de acción y violencia!

Si eres de los que prefieren la fantasía más oscura y agresiva, alejada de las historias de épicos héroes de brillante armadura, Las crónicas de Malus Darkblade son para ti.

JOAQUÍN SANJUÁN


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