Mi nuevo ejército: Fuerzas de la Naturaleza (3)

26.10.2023

Han pasado cinco semanas desde que pude mostraros los avances de mi nuevo ejército para Kings of War, mis Fuerzas de la Naturaleza. Hoy, por fin, os traigo el siguiente lote de nuevas unidades incorporadas a mis tropas, todas debidamente pintadas. ¡Y lo hago justo a tiempo para el próximo torneo! Pero vayamos por partes. Por lo pronto, os recuerdo que podéis encontrar los dos artículos anteriores en esta misma página. ¡Tenéis el primero AQUÍ y el segundo AQUÍ! Dicho esto, ¡vamos al lío!

De cara a esta nueva ampliación del ejército, tenía un objetivo claro: debía llegar a 2000 puntos como fuese. Hecho eso, podría empezar a probar listas mientras pintaba y añadía nuevas unidades a mi hueste. Lo cierto es que estoy a la espera de recibir un buen puñado de miniaturas que supondrán un excelente añadido a mis Fuerzas de la Naturaleza, pero mientras llegan y las pinto iba a necesitar unidades con las que empezar a jugar, así que lo primero era alcanzar ese mínimo de 2000 puntos. Con ese objetivo en mente, decidí echar un vistazo a mis viejas miniaturas de Warhammer Fantasy para ver si podía aprovechar algo, aunque fuese de forma temporal. La idea funcionó, ya que, después de darle un par de vueltas a mis opciones, decidí aprovechar dos viejos carros de leones blancos para montar una horda de Riverbourne Naiad Wyrmriders, una unidad de caballería grande muy dura y devastadora a la carga, aunque algo lenta. Estas miniaturas, a mi parecer, hacían buena función como dicha unidad, ¡y además son impresionantes! Por otra parte, rescaté mi vieja hechicera a caballo de mi ejército de elfos silvanos de Warhammer Fantasy, una miniatura que a muchos resultará conocida. Sería un excelente unicornio, lo que añadía un tercer personaje a mis tropas. 

Se trataba de dos unidades que no terminaban de encajar con el enfoque que estaba dando a mis Fuerzas de la Naturaleza, y que además no pinté yo (y ahora intento jugar solo con miniaturas pintadas por mí, para así obligarme a pintar). Pero, por otro lado, me permitían disponer de unidades suficientes para jugar a 2000 puntos, así que por el momento tendría que servir. ¡Aunque estoy deseando pintar y enseñaros las miniaturas que he encargado para dar forma a mis auténticos Riverbourne Naiad Wyrmriders!

¡Vayamos ahora a las auténticas incorporaciones a mis Fuerzas de la Naturaleza basadas en el trasfondo de Lobos de Grímnir! Mientras buscaba unidades que poder adaptar, encontré unas miniaturas de mujeres aladas que en su época utilizaba como águilas gigantes de los elfos silvanos. Decidí que, al igual que hice con las dríades que ahora forman mis forest shamblers, podía aprovechar esas miniaturas y darles así una nueva vida útil. Estaban desmontadas y despintadas, pero eso no era un problema. Así pues, las monté en dos peanas de 50x50, como cuando ejercían de águilas gigantes. Harían un buen papel como pegasos, e incluso podrían servirme como grandes elementales de aire mientras me llegaban los que había encargado, o como unicornios alados. ¡Eran unas miniaturas tremendamente versátiles y con muchos usos! Además, encajaban de maravilla en el trasfondo que quería dar a mi ejército, ¡por lo que todo eran ventajas!

En el centro de la desolación, entre los escombros, se encontraba medio centenar de miembros del pueblo vanir. Se trataba de personas curtidas y de aspecto salvaje, vestidas con pieles y armadas en su mayoría con rudimentarias armas de madera, cuerno y hueso; tan solo unas pocas portaban armas de metal que debían haber sido obtenidas de alguien llegado de más allá del bosque. Esas personas tenían la piel bronceada por el sol, y lucían cuerpos firmes y bien formados que a menudo se mostraban sin recato, decorados con pinturas y tatuajes de formas suaves y con motivos espirales, así como con runas de líneas ondulantes. Lo que más llamaba la atención, sin embargo, era que algunos de quienes formaban tan particular pueblo de los bosques mostraban rasgos de animales mezclados con su apariencia humanoide. Entre ellos podía verse a un hombre fornido en cuya testa crecía una cornamenta que recordaba a la de un ciervo; también a una joven muchacha acuclillada que lucía una espectacular cola de zorro naranja, o a un joven con piernas peludas rematadas en sendas pezuñas partidas, similares a las de una cabra. Sobre ellos, entre las copas de los árboles, volaban un puñado de vanir que habían sido dotados con alas, tanto de insecto como de ave. Ellos eran quienes protegían el Bosque de las Luciérnagas desde las alturas, cayendo en picado sobre sus enemigos.

LOBOS DE GRÍMNIR: El Bosque de las Luciérnagas

¡Pero aún faltaba el mejor añadido de esta remesa de unidades! Pese a que en la segunda tanda incluí a un chamán eslizón que haría las veces de gladewalker druid, disponía de una miniatura muy divertida que no podía dejar de añadir a mis Fuerzas de la Naturaleza. ¡Sería un druida enano! Sí, un druida enano que además vestía una túnica de hojas, montaba un sapo gigante y contaba con un báculo rematado por una enorme seta. ¿Cómo podría no encantarme? Esta miniatura, por cierto, se la dedico a Juan Carlos, que tenía curiosidad por saber cómo integraría a mis queridos enanos en mis Fuerzas de la Naturaleza. ¡Aquí llevas uno, JC!

No hay habitante del Bosque de las Luciérnagas que no conozca a Strax el Verde, el extraño druida enano que ha hecho del bosque su hogar y que vive rodeado de animales. Su aspecto resulta desconcertante, pues no es habitual encontrarse con un enano vestido con una túnica de hojas y que tiene la barba teñida de verde. Se le suele ver acompañado de su mejor amigo, el sapo gigante al que llama cariñosamente Mandarina, y porta un peculiar cayado vivo cubierto de hojas, en cuyo extremo crece una enorme seta a la que de tanto en tanto Strax pega un buen lametón. Sin embargo, y pese a su estrafalario aspecto, es un individuo tranquilo y pacífico que centra sus poderes mágicos en habilidades curativas con las que ayudar a las criaturas del bosque.  

LOBOS DE GRÍMNIR

Ahora había llegado el momento de preparar las tropas que llevaría a mi próximo torneo, que sería en Asturias el sábado 28 de octubre, y del que os traeré la habitual crónica la próxima semana. Después de echar un vistazo a las tropas disponibles decidí que dejaría en casa la horda de Riverbourne Naiad Wyrmriders, pues mi espacio era limitado, ya que no viajo en coche, y es una unidad muy grande. Decidí también que quería incluir a toda costa a Yggdra y sus dríadas, así como al bueno de Strax el Verde, y por trasfondo le puse solo un hechizo para curar y el indispensable Surge. Mis dos unidades de eslizones aportarían disparo de apoyo como naiads heartspiercers y usaría las dos peanas de vanir alados como grandes elementales de viento. ¡Con esto, ya tenía completos los 1500 puntos a los que se jugaba el torneo! Era un ejército pequeño por cuestiones de espacio, y probablemente sufriría por potencia de unidad. ¡Pero pelearían hasta el final! No os perdáis la crónica del torneo, seguro que será divertido. 

JOAQUÍN SANJUÁN