Neverwhere, de Neil Gaiman

12.12.2022


Hoy en día, Neil Gaiman es reconocido como uno de los mejores escritores contemporáneos de fantasía. Esto, sin embargo, no siempre fue así. Si echamos la vista atrás, a los inicios del autor como novelista, vemos que la primera novela que escribió fue Buenos presagios, surgida en 1990 del dúo que Gaiman formó con Terry Pratchett, autor de Mundodisco. Hasta entonces su producción era bastante limitada y giraba sobre todo en torno a guiones para cómics, de los que sobresalía por derecho propio el inmortal The Sandman

Neverwhere, la novela de la que hoy voy a hablaros, vino varios años después de Buenos presagios, y fue la primera escrita por Neil Gaiman en solitario. Fue en 1996, cuando el autor contaba ya con treinta y seis años, y no volvería a publicar otra novela hasta 1999, cuando escribió la conmovedora Stardust. En efecto, no fue hasta entrados los cuarenta cuando Neil Gaiman publicó algunos de sus títulos más famosos y premiados, como American Gods (2001), El libro del cementerio (2008) o Coraline (2002). Durante estos años, a principios del siglo XXI, la carrera de Gaiman tomó cierta distancia del mundo del cómic (pese a que siguió escribiendo guiones) y se centró en publicar novelas, cuentos y libros de relatos, así como en algunos trabajos para televisión (entre ellos Dr. Who). ¿Queréis una curiosidad simpática? En la serie de televisión Lucifer (basada en la serie de cómic homónima, surgida del cómic The Sandman), Neil Gaiman pone la voz en un capítulo... ¡a Dios!

¡Pero estamos aquí para hablar de Neverwhere, no de Neil Gaiman! Sin embargo, sirva todo lo anterior como explicación de que esta novela fue la primera escrita por el autor en solitario, que es a lo que quería llegar. Sí, he dicho la primera, pese a que en La Wikipedia ponga que es la segunda. ¡Nunca os fieis de La Wikipedia! Pero a lo que iba. Con Neverwhere, Neil Gaiman invita al lector a emprender un peligroso y mágico viaje por un Londres oculto, habitado por una sociedad marginal y oculta a simple vista. Si bien la historia está protagonizada por Richard Mayhew, un hombre corriente que se ve arrastrado a un mundo imposible que se oculta en la misma ciudad de Londres en la que él vive, aparecen también diversos personajes en los que, en retrospectiva, podemos ver reflejados diversos aspectos de la obra de Gaiman. Tenemos, por ejemplo, a El Marqués de Carabas, un personaje aparentemente salido de los cuentos, alguien astuto y capaz, pero también lleno de secretos. Vemos a Cazadora, una mujer fuerte y letal, así como la mejor guardaespaldas que puede encontrarse en ese Londres oculto. Vemos al Sr. Croup y al Sr. Vandemar, dos personajes que guardan grandes similitudes con un zorro y con un lobo, respectivamente, asesinos peligrosos que llevan en activo tanto tiempo que a ellos se atribuyen el incendio de Troya y la plaga medieval que supuso la peste negra, entre muchas otras oscuras proezas. Estos dos personajes en particular a mí me recuerdan mucho al asesino de El libro del cementerio, pese a las notables diferencias entre este y aquellos. 

¿Y de qué va la novela? Bueno, Neverwhere es una historia de fantasía urbana, un viaje a través de dos mundos y una búsqueda que no puede acabar bien para ninguno de los implicados. Es un conflicto en Londres de Abajo, el fantástico y oculto mundo en el que el protagonista aterriza, conflicto que amenaza también a Londres de Arriba, el mundo que conocemos. Es un viaje, decía, pero en el que Neil Gaiman nos lleva a visitar tanto el Londres clásico, representado por lugares tan conocidos como el Museo Británico o el extenso metro de Londres, como por un Londres surgido de la imaginación y de la fantasía del autor; un Londres en el que encontraremos lugares tan desconcertantes, mágicos y peligrosos como El Mercado flotante o El Laberinto de Londres.

Neverwhere cuenta con varias ediciones. Está la versión original, la internacional y una versión que combina las dos anteriores y en la que aparecen algunos añadidos, considerada la versión personal del propio Neil Gaiman. Os recomiendo esta última, fácil de encontrar en castellano en edición bolsillo, muy económica.

En Neverwhere nos encontramos con un Neil Gaiman aún inmaduro como novelista, pero, pese a que la obra no está a la altura de los grandes éxitos del escritor, es un viaje que bien vale la pena leerse, sobre todo si eres de los que han disfrutado con títulos como El libro del cementerio o Stardust, pues el tono de Neverwhere se aproxima más al de estas novelas que al de libros como American Gods. En cualquier caso, ya sabéis lo que digo siempre: ¡Neil Gaiman siempre es un acierto! Si tenéis dudas, adelante: Londres de Abajo os espera. ¿Venís?

JOAQUÍN SANJUÁN


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