Salvajes Vengadores 3: La llegada del dragón
El tercer tomo de Salvajes Vengadores, el título que comparte el mismísimo Conan el bárbaro con diferentes personajes de Marvel Cómics, es si cabe el más brutal y frenético de los tres publicados hasta el momento, lo que no es poco. El tomo reúne en esta ocasión los números 11 a 16 de la edición USA de la serie, así como el especial Empyre: Savage Avengers One-Shot USA, cómics publicados en la versión americana entre el 2020 y los primeros meses del 2021. Gerry Dugan sigue al frente del guión, pero en el apartado gráfico vemos una sucesión de artistas a lo largo de estos siete números: Greg Smallwood (especial), Butch Guice (número 11), Adam Gorham (números 12 y 13) y finalmente Patrick Zircher (números 14 a 16), cuatro autores para siete cómics, baile que no beneficia a ninguna serie. Esto no es algo nuevo en Salvajes Vengadores, pues sucedió lo mismo en el tomo anterior, que también contaba con esa proporción de cómics y dibujantes. Lejos quedaron los días de los primeros números, dibujados todos ellos por Mike Deodato Jr. Una lástima, sí, aunque también algo habitual en series secundarias.
Pero hablemos del tomo titulado no en vano La llegada del dragón. Se inicia con el especial Empyre: Savage Avengers One-Shot USA, una aventura de relleno bastante floja e intrascendente en lo que respecta al resto de la serie. En ese cómic, Conan y Veneno se enfrentan a una invasión alienígena de hombres planta. Así, como suena. Totalmente prescindible y con el dibujo más flojo de todo el tomo.
Se retoma a continuación la serie regular en un número, el 11, en el que el Dr. Extraño y Elektra investigan sobre el brujo al que deben enfrentarse y deciden que ha llegado el momento de reunir a algunos amigos y de prepararse para la guerra. En el número 12 entran en escena de nuevo Hermano Vudú y Conan, y al final descubrimos que hay otros que han sido reclutados: Magik, Viuda Negra, Lobezno y Daimon Hellstrom, todos ellos aparecidos en los dos tomos anteriores. Falta por ver si será suficiente, teniendo en cuenta que no solo se enfrentan a un poderoso brujo, sino también a... ¡un dragón! En los números 13 a 15 comienza el choque entre los héroes reunidos por el Dr. Extraño y el brujo y las fuerzas que este ha desatado, lo que supondrá la necesidad por parte de Conan y sus compañeros de reclutar algunos refuerzos: ¡Punisher, El Caballero Negro y el mismísimo Juggernaut entran en escena! ¿Podrán derrotar a Kulan Gath y al poderoso dragón que custodia uno de los Ojos de Agamotto?
Fiel a su título y al propósito para el que fue creada, Salvajes Vengadores sigue destacando como una serie gamberra, sanguinaria, sin escrúpulos y, como bien reza el título, absolutamente salvaje. Es una gozada ver compartir aventura a personajes tan dispares como Conan el Bárbaro, el Dr. Extraño, Daimon Hellstrom, Punisher o Lobezno, y además la trama que construye Duggan resulta interesante y más que suficiente. El título me sigue pareciendo de lo más recomendable para el que le guste este tipo de cómic gamberro, pese a que la serie en general y este tomo en particular tenga algunas carencias. Con lo primero me refiero al ya mencionado baile de dibujantes, que no solo resulta molesto visualmente, sino que resta calidad al producto, por no mencionar de errores de continuidad tales como que Lobezno aparezca con su traje amarillo en un número y con el color marrón en el siguiente, consecuencia de que los dibujen diferentes artistas y evidencia de que el control creativo ha sido un poco flojo. Por otra parte, el principal problema de La llegada del dragón, el tercer tomo, es que abra con una historia tan insulsa, aburrida e incluso absurda como resulta Empyre: Savage Avengers One-Shot USA, un cómic completamente prescindible.
Pero que no os engañen estos (evitables) puntos oscuros, ¡Salvajes Vengadores mola!
JOAQUÍN SANJUÁN